1

772 80 17
                                    

El delgado cuerpo reposaba sobre las sábanas celestes, la cara pálida y las grandes ojeras debajo de aquellos ojos heterocromáticos reflejaban el temor que le invadía.

Recordaba los días en donde todo solía fluir, donde los "te amo" flotaban en el aire. Tenía miedo que su relación de cinco años se viniese abajo como si nunca hubiese existido.

Una punzada en el pecho le hizo darse cuenta que era de día y los deberes de un restaurante le esperaban.

Se levantó de aquella cama, el peso encima de él, indicaba el cansancio extremo y todos los días de insomnio en donde su cerebro se apoderaba e imaginaba diferentes finales que Nightmare, su pareja podría decirle para no "herirlo".

Cuando le conoció Nightmare era una persona completamente opuesta a él; cuerpo marcado, piel morena, ojos azules profundos, y una singular personalidad opaca que no mostraba interés por otra cosa que no se relacionara con fuerza bruta.

Fue un amor a primera vista, Error amaba a las chicas, pero su corazón nunca dio un vuelco tan sorprendente como el que ocurrió cuando le conoció.

Decidido se dio la tarea de conquistar a aquel chico, aunque su relación no fuese tan buena, todo el tiempo los golpes volaban a su alrededor cada vez que se miraban, Error estaba convencido que aquel hombre era para él.

Entonces una tarde de invierno, sus labios se unieron accidentalmente por primera vez, luego de que Error sintiese aquella calidez que desprendían, no pudo evitar llorar y confesar sus sentimientos al moreno, el cual sin decir alguna palabra, le correspondió con un simple abrazo que en el aquel entonces fue totalmente extraordinario y mágico para el azabache.

Las chicas inundaban el restaurante, Error estaba cansado de fingir estar enamorado de cada una de ellas, que apenadas se acercan a engrandecer los platillos del cocinero y a preguntarle su número de teléfono, al final ninguna lograba tener éxito, todas eran desechadas como eran recogidas.

Las puertas se azotaron, los murmullos inundaron el lugar. En el rostro de Error se dibujó una sonrisa de oreja a oreja y un brillo singular en sus ojos apareció al verlo, el chico del que seguía enamorado apesar de los años.

Le seguía viendo como la primera vez una mirada llena de amor y deseo, la cual desapareció al ver a la chica que lo acompañaba, alta, ojos de un peculiar color rojo, y una hermosa cabellera larga de color blanco.

Les observó, esa era la primera vez que le veía, algo dentro de él le alertó, detuvo al mesero que se dirigía hacia su mesa y tomó su lugar.

El traje pegado resaltaba su hermoso cuerpo, la envidia de todas las mujeres que no caían rendidas ante él. Su caminar se hizo más profundo y sobre su mano derecha una bandeja transportaba el mejor champán que la casa podría tener.

Pronto las chicas lo notaron y las miradas de todas ellas y la de alguno que otro varón estaban clavadas en el azabache. A excepción de la de él, la chica albina le susurró algo y él volteó enseguida. Error llegó a la mesa y la chica le miró, un duelo se desataba entre aquellos ojos.

-Usted debe de ser el dueño de este bello establecimiento, también lo es de los restaurantes de los alrededores ¿No es así?-

La chica le sonrió mientras ladeaba la cabeza curiosa.

-No le hables...- La ronca y molesta voz de Nightmare, debilitó a ambos.

-Así es. -Contestó Error.

-¿Herencia?-

-¡Te dije que no le hablaras!-
Nightmare azotó su puño contra la mesa y dirigió su fría mirada hacía la coqueta cara de su acompañante. Error se sintió reprimido, aquella advertencia no era para él, después de todo era bueno mantener la distancia entre la amante y el novio. ¿No es así? Ahora su cabeza formulaba miles de preguntas que amenazantes pinchaban la pupilas de Error.

La chica sonrió pícaramente y la atmósfera de torno retadora.

-Soy Dust, modelo profesional, un gusto conocerte. He querido hacerlo, pero por fin me he decidido.- Sonrío.

¿Una modelo? Era obvio que las mujeres estaba en la lista de posibles enemigos, todas ellas eran una amenaza, después de todo un hombre no era ninguna competencia para ellas.

-Mucho gusto soy Error Crayon.-

Respondió, los ojos de Dust se abrieron de par en par, por su parte Nightmare lo fulminó con su vista y Error sintió su cuerpo estremecer, sus negros azules le miraron como si intentarán cubrirlo de algo.

-¿Error Crayon?-La curiosidad de Nightmare hizo su aparición, hacía tanto tiempo que no escuchaba su nombre ser pronunciado por esos labios.
-No se te ocurra acercartele nunca.- Nightmare señaló a la persona frente a él. He hizo una seña para alejarlo, Error nunca se había sentido tan humillado, e hizo caso omiso.

El hombre que amaba estaba con alguien más, y ese alguien tenía pechos grandes, una cara hermosa, una cabellera sedosa y lo más importante de todos, el poder de dar vida a otro ser humano.

Dentro de la cocina Error apretó su estómago y se desplomó en llanto, le amaba, pero era más que notorio que Nightmare ya no lo hacía, el único enamorado y tonto era él, una persona que seguía creyendo en las hadas y en el viejo panzón que deja todas las navidades regalos a los niños que se portan bien durante el año, mientras que los traviesos se jodían esperando en una noche fría y nevada.

Nótame || NightErrorWhere stories live. Discover now