Te Amo Emilio // Adaptación Emiliaco

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Al terminar el examen prefirió quedarse unos minutos más a la espera de que el salón se vacíase y luego fué en busca de sus amigas, las cuáles seguro que se encontrarían en el área de los lockers. Acomodó mejor la mochila sobre su hombro y siguió su camino, devolviendo los saludos a cada persona que le hablaba al pasar.

Estaba llegando al pasillo correspondiente cuándo vió el típico grupo de personas que se encargaban de joderle la vida cada día desde que habían iniciado el ciclo escolar.

Rodó los ojos cuándo vió al "líder" poner esa típica sonrisa de mierda mientras se cruzaba de brazos al mirarlo.
— Hola, Emilio, ¿Te perdiste? — y ahí iba otra vez.

— Eso no te importa, Joaquín. — respondió siguiendo de largo y tratando de ignorar al castsño y a su grupito de estúpidos.

— ¡Uy, la princesa está enfadada hoy! — dijo el idiota de Valdes, mejor amigo del castaño.

Se giró bruscamente, desafiando al peligris, quién sonrió con soberbia. — ¿Tienes algún puto problema, Valdes? ¿Tienes algo que decirme?

— El que tiene problemas eres tú, Osorio. Joaquín sólo te saludó con amabilidad y tú andas tirando tu mierda. — dijo ésta vez Eduardo, el otro ojiazul, quién jamás se metía entre sus peleas.

Soltó una risa irónico y observó al castaño, quién se encontraba cruzado de brazos y viéndolo de la misma manera, sólo que ésta vez la sonrisa se había borrado.
— ¿Bondoni siendo amable? Por favor, es un imbécil. — terminó diciendo para luego voltearse y caminar hacía sus lockers.

Escuchó algún que otro murmuro por parte del grupito, pero prefirió no prestarles atención. Encontró a la parejita dónde había pensado que estaban y se acercó a ellas.

— ¡Mailo! — gritó Ely, llamando la atención de algunos chismosos de allí.

Sonrió y la abrazó brevemente. — ¿Cómo estás, Ely? Hola, Leima. — se dirigió a la pelinegra, quién también lo abrazó en saludo.

— ¿Estudiaste para el exámen, Mailo? ¿Cómo te fué? — cuestionó la pelinegra.

Encogió sus hombros. — Algo he estudiado, aunque no sé si me irá bien en los resultados, estuvo difícil.

— Te irá bien, amiga, no temas. — alentó el castaño dándole un golpecito en el brazo.

Entonces lo recordó. — ¡Ah, por cierto! Muy buena la broma de los mensajes.

La pareja se miró extrañada antes de volver sus miradas al oji-café. — ¿De qué hablas? — preguntó Sánchez frunciendo el ceño.

— Los mensajes que me han llegado ayer por la noche y hoy en la mañana, no fingan que no lo saben. — acusó con su dedo.

Mata negó. — ¿De qué mensajes hablas, Osorio? Yo no te he enviado ningún mensaje.

— Tampoco yo, lo juro. — secundó la pelinegra levantando las manos.

— ¿Mensajes de qué?

Rodó los ojos. — Los mensajes sobre que era hermoso y esas cosas. No mientan, fueron ustedes.

Negaron al mismo tiempo. — De verdad, Emilio, yo no te he enviado nada. — insistió la ojinegra.

Estaba a punto de responder cuándo sonó su celular con el sonido de un mensaje nuevo. Frunció el ceño y lo sacó de su bolsillo. Vió el mismo número privado y se extrañó aún más. Entonces supo que sus amigas decían la verdad.

No eran ellas.

Número privado:  Estoy seguro de que tendrás buenos resultados en el examen, he visto cómo te concentrabas en él. Me gustaría poder decírtelo en persona, pero sólo recibiría rechazos de tu parte. De igual forma, te amo, Emilio.

Al levantar la mirada, se encontró con los dos pares de ojos ambar y negros viéndolo con atención. — De éstos mensajes les hablo. — explicó mostrándole la pantalla a la pareja, quién no tardó nada en comenzar a leer todo.

Las cejas de la ojinegra se levantaron. — Parece que tienes un admirador secreto. — se burló.

— Ely tiene razón, Emilio. ¿No te ha dicho su nombre ó algo?

Negó. — Sólo dijo que es un chico y que jamás sabría quién es.

— Wow... Es misterioso. — agregó la ojinegra.

— Le preguntaré a Niko. Tal vez es él.

— Pero ¿Cómo sabe Niko de tu exámen si él no viene a ésta institución? — cuestionó la pelinegra.

— Tal vez se lo conté y no me acuerdo en éste momento.

— Oh es un chico de aquí. Tal vez algún compañero.

— Puede ser, pero es raro.

Osorio asintió y luego fueron interrumpidos por la presencia de unos gritos y carcajadas por parte del mismo grupo más estupido de todo el instituto. Bondoni venía caminando en medio, seguido por sus secuaces, los cuáles parloteaban cómo animales.

Los ámbar lo miraron por unos breves segundos antes de desviarse hacía el frente, dónde fué saludado por algunas chicas enamoradizas.

Él les devolvía las sonrisas y algunos coqueteos, para después seguir adelante y seguir siendo un idiota.

— ¿Ya tuviste tu encuentro con Bondoni? ¿Se pelearon hoy? — preguntó Leidy codeándole el brazo.

— Ya sabes cómo es, no deja de joderme la vida.

— Es una guerra constante. — le secundó.

— Los que pelean se aman. — se burló la ojinegra ganándose un sape de su parte.

— Mejor cállate. — se quejó antes de seguir su camino, seguido por sus dos amigas.

Seguimos.......

Ely será mi cuñi Tahielyzabeth

Leidy será mi cuñi EMIJOALOVE

Nos vemos AlbertXioW.