Capítulo 15

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—Me siento como un chico travieso.

Hyukjae lo miró desde el asiento del conductor y levantó una ceja.

—Mantén ese pensamiento, ya casi hemos llegado.—Su mano de deslizó sobre el muslo de Donghae.

—Me refería al hecho de faltar al trabajo—dijo Donghae, mientras su mano buscaba la de Hyukjae y la tomaba.

—Qué ganas de llegar a nuestro jacuzzi privado—dijo Hyukjae mientras apretaba el muslo de Donghae.

Donghae había estado ocupando intentando adelantar todo el trabajo que le era posible, y por supuesto también preparando su espectáculo del sábado por la noche, así que no había ayudado demasiado a la hora de preparar el fin de semana.

Hyukjae lo había planeado todo y no quiso contarle demasiado a Donghae sobre ello. Así que obtener esa información cuando casi estaban llegando a su cabaña en Jasper hizo que Donghae tuviera muchas más ganas de llegar.

—Si me dices que donde vamos tenemos jacuzzi privado con champagne y fresas, creo que tendré que arrancarte la ropa tan pronto como entremos por la puerta.

—¿Fresas?—Hyukjae lo miro de pronto, confuso—. Pensé que preferías las frambuesas...

—Oh, Dios.—Donghae gimoteó y se acercó a Hyukjae para plantarle un beso en la mejilla, pero el cinturón lo mantuvo firmemente en su sitio—. ¿En serio?

—Puede que sí—susurró Hyukjae tímidamente—. Puede que también haya otras sorpresas.

Donghae tomó la mano de Hyukjae y la puso entre las suyas, separándole el pulgar y metiéndoselo en la boca.

—Ten cuidado, porque si acabamos en el hospital, no va a haber sorpresas. Y no tendremos sexo durante unas cuantas semanas.

Donghae dejó el pulgar y volvió a poner la mano de Hyukjae sobre su muslo, totalmente impaciente por tener a ese hombre durante tres días para él solito, lo que hizo que prácticamente vibrara por la emoción.

Donghae estaba casi cien por cien seguro de que se había enamorado completamente de Hyukjae, y durante la semana pasada había querido contárselo un par de veces, pero a veces tenía la inseguridad de qué sería más aceptable decirle.

¿Tres semanas eran tiempo suficiente para saber si estás enamorado de alguien? ¿Decir «te quiero» después de tres semanas estaba considerado como inmadurez? ¿Pensaría Hyukjae que estaba desesperado si le confesaba sus sentimientos?

Donghae y Heenim habían hablado sobre esta nueva relación, y se sintió reconfortado al saber que Heenim pensaba que dependía de la persona. Algunos se enamoraban y se casaban en el mismo mes de conocerse y pasaban toda su vida juntos.

Y algunos que habían sido novios durante muchos años acababan divorciándose. A pesar del consejo, Donghae decidió que no sería el primero en decir esas dos palabras. Siempre le había hecho mucha gracia cuando se hacían bromas sobre eso en una película o cuando escuchaba a algunos amigos o compañeros de trabajo decir que ellos no podían ser los primeros en decirlo.

Pero se estaba dando cuenta de que le hacía gracia porque no podía entender todas aquellas implicaciones. ¿Si lo decías el primero y la otra persona no te respondía lo mismo, significaba que estabas perdiendo el tiempo? ¿O si lo decías primero y la otra persona reaccionaba mal, cómo lidiarías con la humillación?

Fuera cual fuera la respuesta a esas preguntas, Donghae había decidido esperar el momento perfecto.

Y mientras Hyukjae y él sacaban el equipaje del coche y se encaminaban a la recepción, Donghae imaginó que se acercaba una buena oportunidad para decírselo, y que el momento no estaba lejos.

Una Voz Pequeña y SuaveWhere stories live. Discover now