✧019✧

75 16 1
                                    

✧。*゚+*.✧*.✧。*゚+✧

ㅡ Éste será tu cuartoㅡ El comandante abrió la puerta dándole el paso al de cabellos plateadosㅡ. Es el que está más cerca del cuarto de la criada. Sólo por precaución.

Kim miró a su alrededor adentrándose a la habitación, era un poco más grande que la habitación que tenía, en la casa Min. Esta estaba decorada de un lindo tono blanco hueso con algunos detalles en dorado, en el techo había un candelabro en forma de espiral que iluminaba aquel espacio, la cama estaba centrada en el cuarto, la cual tenía sabanas que hacía juego con aquella pintura blanca de las paredes, tenía varios cojines con borlas doradas y almohadas bastante grandes a su parecer. Había una alfombra en el lado izquierdo de la cama, seguramente para al momento de levantarse por las mañanas no colorar los pies sobre el frío piso.

Volteó su mirada encontrándose con un tocador de color petiribi el cual poseía un gran espejo, a su lado se encontraba, en la esquina derecha (si se mira desde la cama), un lindo sillón color beige. En la otra esquina del cuarto se encontraba un lindo armario de roble claro, bastante amplio a decir verdad, al lado de éste estaba una puerta de color palisandro. Seguro era el baño.

Se acercó a la cama dejando su maleta encima de esta, yeontan se removió un poco queriendo que Kim lo suelte para acostarse en la cama, Taehyung acató el pedido viendo como el perrito a paso lento se dirigía a una de esas grandes almohadas acostándose en el centro de la misma, cerró sus ojitos y prontamente su cuerpito se movía a la par que respiraba.

Después de toda la conmoción había terminado exhausto.

Mientras tanto, Jeon, desde la entrada de la puerta, miraba con atención cada movimiento que hacia el contrario, se le hacía curioso el como el peli plateado miraba todo con asombro, como si hubiera descubierto un mundo nuevo. ¿Y su lobo? Él estaba más que dichoso de ver al Omega. La parte animal de Jeon quería ver los orbes del contrario para confirmar su teoría. Quería saber si sus ojitos brillaban al ver la habitación.

Él conocía al Omega con quien se relacionaba amorosamente en el pasado, su antiguo Omega veía las cosas de una forma que le parecía singular, él veía belleza en todo y todos teniendo un hermoso brillo en sus orbes color azul, también recuerda el cómo conservaba un frasco con flores marchitas el cual adoraba con su vida. El Alfa no le encontraba mucho sentido al hecho de conservar flores muerta, pero su Omega sí, él decía que aunque ya hayan dejado su primera belleza junto a su vida había que apreciar la segunda belleza que mostraban después de su muerte.

Una ideología que a muchos en ese entonces les parecía absurda y ridícula, no obstante para el Alfa era curioso, teniendo el profundo deseo de comprender más el mundo en el que vivía el Omega.

Sin embargo para todos él era considerado un Omega loco que no debía ser tratado, varias e incontables veces en las que cuando lo veían pasar le tiraban baldes llenos con agua y tierra, sin embargo había algo de él que les molestaba más que nada, era que nunca dejaba de sonreír con amabilidad, sobre todo a aquellos alfas, betas y omegas que lo molestaban constantemente. Nunca entendieron como es que el Omega no fue capaz de enojarse tras esos malos tratos.

Jeon vio como el contrario se volteaba hacia él mirándolo a los ojos para después hacer una reverencia en forma de agradecimiento.

ㅡ Muchas gracias, comandante, por salvarme hace ratoㅡ levantó su torso mientras le dedicaba una sonrisa al contrario.

El comandante sintió como su lobo se regocijaba sacudiendo su cola ladrando de felicidad mientras daba vueltas y saltaba. Aquella sonrisa la recuerda muy bien, era su sonrisa cuadrada, la cual su antigua pareja le dedicaba siempre por las mañanas al despertar y en las noches antes de ir al mundo de los sueños, tal como el Omega le decía.

Infértil // Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora