Capítulo 8

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"Entrevista"

Jann me examinó de pies a cabeza mientras ajustaba el vestido de la cintura para que se pegara más al cuerpo, al mismo tiempo que otra mujer me peinaba y Fionna me maquillaba.

Yo me sentía como una muñequita de trapo, estaba sentada sin tratar de moverme para no causar el enojo de mi equipo de preparación y evitar los regaños de Jann, quien estaba bastante estresado.

Y así estuve, entre regaños, jalones y halagos, hasta que por fin estuve lista.

No sé como es que Jann le hacía para siempre hacer que me vea espectacular. Que cause impacto.

Me hace ver... inolvidable.

No puedo dejar de verme en el espejo, es que ni yo misma me reconozco. El día del desfile causé sensación pero se que hoy... todas querrán usar el mismo vestido.

Lástima las circunstancias.

El vestido también era azul pero mucho más claro, era del azul del cielo del distrito cuatro. Jann hizo una especie de alas que fluían con el aire y ondeaban al compás, mi abdomen estaba descubierto y el vestido de dos piezas era muy corto. Llevaba puestos unos tacones con listones en forma de red de pesca. Mi cabello castaño también estaba peinado con ligeras ondas y tenía una tiara dorada en mi cabeza, brazaletes también dorados en mis muñecas. Pero lo que más me gustó, fue ver el collar de mamá en mi cuello.

Me parece increíble el movimiento de la tela con el viento. Y la mejor parte son las enormes y ostentosas alas.

A pesar de verme y lucir hermosa, sabía que me estaban sexualizando.
Las piernas al descubierto, el abdomen, los hombros, el pronunciado escote. Sé que Jann intenta salvar mi vida y lo agradezco, aunque tenga que vender como un pedazo de carne deseable.

El vestido era escandaloso. Por eso mismo sé que voy a causar sensación. 

—Joder— Nikanor llega a mi lado, con su smoking negro y el moño del mismo color de mi vestido, el cuello del salo levantado, tenía olas doradas en los puños, su traje era fascinante y elegante.

Desde lejos pude distinguir su aroma, ese que me fascina. Llegó a mi lado con una sonrisa. Su cabello bien peinado y su sonrisa impecable.

—Linda— suspira, me mira de pies a cabeza sin disimular —Mierda, creo que no sé que decir.

Su nerviosismo me saca una sonrisa.

—Lo sé Nik, soy increíble.

—Eres más que increíble— se acerca más a mi, pone una mano en mi cintura y la otra la deja en el bolsillo de su pantalón. Esto ya lo he visto antes, está intentando seducirme y la verdad... no me apetece negarme. —Te ves hermosa, Fox.

El chico me sonríe y yo a él —Y tú también te ves bastante guapo, Gray.

Unos carraspeos nos separan, es Finnick.

El también se me queda viendo con una sonrisa, se le marcan sus lindos hoyuelos. La cosa es que Finnick se veía... joder, ahora sé porque todas lo aman. Elegante, sexy, encantador. Finnick Odair es todo lo que está bien en esta vida y el lo sabe. Y también sabe aprovecharse de ello.

—Cariño— hace una pausa hasta que llegar frente a mi, justo al lado de Nikanor —Si me preguntaran quien es la chica más hermosa de todo Panem, apostaría por ti— me guiña un ojo —Sin pensarlo.

Siento mis mejillas acalorarse, eso le causa más satisfacción a Finnick, pues agranda todavía más su sonrisa.

—Me causa repulsión que en este sistema machista y jodido tenga que vender mi cuerpo para que la gente me encuentre "más interesante"— les digo de forma tranquila —Es injusto que Nikanor no esté medio desnudo y aún así se vea genial.

Los Juegos del Hambre «Finnick Odair»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora