Detrás de esa sonrisa [Dratake]

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—Draken-kun!! Bienvenido pasa, pasa.

Un alegre Takemichi abría las puertas de su casa hacia un, también alegre aunque apenas lo demuestre, Ken.

Había pasado ya un mes de visitas diarias por parte del más alto hacia Takemichi, confirmando que estuviera bien, que no tiene problemas y que no volvió a recaer; de esta manera, aprendiendo los horarios de Takemichi.

—Con permiso.

Paso hacia la cocina, ambos cenarían, ya era tarde y ahora Draken se quedaría a dormir, como se estaba volviendo una costumbre... seguida.

En un mes ambos pudieron tener una confianza increíble, tratarse de una manera cariñosa y Takemichi, por fin sintió lo que podría ser amor verdadero.

Sentía tanto cariño por Draken, pareciese que... se estaba enamorando, esa palabra rondaba por su cabeza todo el día, desde que despertaba con un mensaje de buenos días por parte de Draken hasta llegar a dormir en la misma cama, como amigos claro está.

—Takemichi has mejorado, esta comida sabe deliciosa!

Draken halagó su comida, valla que era rica y todo porque practico toda la tarde hasta el cansancio por darle una cena digna a su... ¿amado?

—Muchas gracias Draken-kun... me esforcé para ti.

Dicho esto Takemichi esperaba recibir aún más halagos y por supuesto que los recibió; posteriormente ambos estaban cenando y teniendo una platica muy relajada.

Draken estaba pensando seriamente en si Takemichi estaba listo para una relación, no creía correcto pedirle eso ahora mismo; él debía concentrarse en mejor para él, no para los demás.

—(Aunque te ame mucho Takemichi, yo... realmente quiero ser algo más especial para ti)...

—No, así está bien muchas gracias

[...]

Takemichi estaba llorando a la mañana siguiente, estaba adolorido no quería pararse de la cama, quería seguir durmiendo, pero tenía que empezar a preparar la comida y limpiarse, necesitaba con urgencia un baño.

Ya en la regadera abrió la llave a todo lo que daba, la agua estaba fría, pero la ignoro, solo quería limpiarse todo el cuerpo.

—Por qué Draken-kun? Por qué...?

Ayer había vuelto a hacer el amor, como lo llamaba Draken, pero había dolido, no estaba preparado para hacerlo otra vez, quería haberle dicho que no, pero de tan solo pensar en decirle que no su cuerpo tembló en señal de alerta.

¿Qué había sido eso? ¿Le debió de haber dicho "no"? ¿Por eso tembló? No lo sabía, ahora lo único de lo que estaba consciente es de que Draken no solo es grande, es fuerte y brusco.

Pensando en lo sucedido anoche toco todo su cuerpo, empezó por su cara, sus labios lastimados y rojos por los besos y mordidas, sus hombros igualmente con mordidas limpiando la sangre de una que otra, su pecho sus pezones rojos y sensibles.

Al tocarlos quitó su mano con rapidez quejándose del dolor que sentía.

Su cintura, la volteó a ver un poco notando marcas verdosas y rojizas, un moretón aparecería pronto; sus piernas igual marcadas por las manos de Draken, también tenía mordidas.

Finalmente miró con tristeza y preocupación sus muñecas, lastimadas y tornándose moradas, se preocupó pues no sabía si las marcas iban a durar mucho, temió que alguien fuera a notar todo esto.

—Nadie... nadie debe de saber esto

Con dolor se abrazó a sí mismo llorando en la regadera un muy buen tiempo.