Venus y Carter

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El arrepentimiento.

Ada: Acaban de pasar la noche en el mismo departamento, Venus sin saberlo y Carter nervioso a que quizá lo maten. El problema es ahora cuando todos los han visto salir de un antro juntos ¿cómo les afecto eso?

Carter: No pasó nada hasta horas después, hay mucho contexto antes de eso como para preocuparnos de qué es lo que los demás decían o que se había convertido en noticia mundial por venir de diferentes partes del mundo.

Mi agente y el coach me mandaron mensaje preguntándome si se trataba de una nueva conquista o de quién se trataba esa chica misteriosa que nunca en su vida habían visto. No les contesté y me fui directamente a la cocina después de despertarme.

Venus: Me desperté hasta la mañana siguiente sin saber qué hacer o dónde estaba porque no escuché los ronquidos de mi papá, a primera instancia inclusive pensé que él ya se había bajado. Estaba en unas cobijas deliciosas, con un olor delicioso a café y cuando por fin abrí los ojos en busca de mi papá me di cuenta de que estaba en un lugar desconocido.

"Carajo, ¿qué hiciste Venus?"

Volteé a ver a mi alrededor sin saber cómo había llegado hasta ese punto o ese lugar, todo estaba completamente borroso para mí. Así que me paré tomando mis tacones y revisando que tuviera aún puesta mi ropa interior y fue un alivio saber que no hice nada alocado o que hubiera tenido sexo con un desconocido y quizá sin protección. Eran las 10 de la mañana, mi vuelo salía a las 5 y mi papá me había mandado miles de mensajes preguntándome dónde estaba, pero no sabía cómo contestarle porque yo tampoco sabía dónde estaba como para mandarle mi dirección o que no se alterara.

Salí de la habitación con un miedo inmenso pensando en qué hacer o que si alguien estaba detrás de la puerta esperando a matarme. Si había un chico detrás de esa puerta, había la posibilidad de que debiera tener una plática incómoda en la que le explicaría que no recordaba ni su nombre o nada de la noche anterior.

Pero mi sorpresa fue otra cuando me encontré a un Carter Ellis en mandil, con shorts deportivos y playera de tirantes para entrenar cocinando, cocinando, dándome la espalda. Un hombre extremadamente guapo, en un departamento en el que solo podrías soñar por tener cuando apenas vas empezando tu carrera y en el cual pasas la mayoría del tiempo imaginando cómo sería ahora estaba dentro de él. Había pasado la noche ahí adentro con un hombre increíblemente guapo y que ahora me estaba haciendo de desayunar.

"Debo de estar soñando"

Carter: Yo pensaba lo mismo cuando la escuché susurrar. Me encantaba ese departamento, y creo que Venus me hizo amarlo más cuando estuvo ahí porque me hizo apreciar más lo increíble que estaba después de que había sido el lugar donde más me deprimía. Ella solo estaba parada a la mitad de la sala viéndolo como si fuera un castillo, con el cabello hecho un desastre, con el maquillaje corrido y el vestido aún en ella. Le hubiera dado una pijama si no se hubiera quedado dormida.

"Buenos días."

Venus: Llamó mi atención de nuevo, no podía creer que era un hombre tan guapo, pero no podía estar un momento de libros, en ese de que sabías que esa persona podía ser tu alma gemela, que todo estaba a la perfección.

"Buenos días, mentiroso"

Soltó una carcajada mientras dejaba un plato de fruta y un omelet de claras de huevos enfrente de mí en la gran barra que tenía que separaba la sala de la cocina. Si que ese hombre se cuidaba más de lo que imaginé y ahora quería hacerlo conmigo. Aunque fue un desayuno increíble, no sabía que si la compañía o por él.

"No dejarás morir eso, fue como me llamaste toda la noche."

"No es mentira y lo siento por haberte llamado, es solo que yo con unos tragos encima... Soy incontrolable, creo que lo pudiste ver ayer"

Hasta que nos volvamos a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora