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COHEN

Seguí picándola hasta llegar a la moto de mamá, subimos en ella y conduje hasta el siguiente destino, el pueblo, no el pueblo en general, sino el corazón de este, sin dudo este pueblo de alguna manera era mágico y sus calles su gente te llegaban al alma y si eso no despertaba algo en Halley entonces me preocuparía seriamente, ignoré completamente sus ruegos e intentos por saber a donde había decidido llevarla y aparque justo en la pequeña plaza del pueblo, donde habitaba el corazón de esta, la gente los bares, las bombillas colgadas a los lados de la plaza, un pequeño escenario donde una chica interpretaba canciones antiguas españolas mientras que las parejas mas locas y desenfrenadas, bailaban como si nadie les rodeara.

Bajamos de la moto y se quedó expectante viendo a la misma pareja riéndose de ellos mismos, sin vergüenza y sin ningún tipo de tapujos.

-Se quieren mucho ¿no te parece?.- Le dije mirando su perfil intentando abrirme paso por los entresijos de su pensamiento.

- Unos de los afortunados del amor.-Dijo intentando sonar entera, pero no lo consiguió.

- Oye que tu también tienes a mucha gente que te quiere.- Le dije aún observando su perfil y la marca de nacimiento que tenía en el hombro, ella giró su cuello para observarme divertida con una ceja alzada.

-¿Algo que quiera confesar señor Brown?- Dijo con una pequeña sonrisa divertida.

- Vale, me ha pillado...Soy el amor de su vida en la sombra señorita García.- Le dije copiándole el tono.

Ella me miró con una pequeña sonrisa que por primera vez llegó a sus ojos, volvió a mirar a frente donde cada vez más gente se animaba a bailar al ritmo de Perfect- Ed Sheeran, Me giré a mirar como le brillaban los ojos, agarré su brazo arrastrándola hasta el grupo de parejas que bailaban cariñosamente, ella empezó a protestar vergonzosa, hasta que paré en el centro.

-Cohen...- Empezó a replicar ella nerviosa.

- Dejarse llevar te hace respirar ¿sabes?.-Le dije colocando sus manos al rededor de mi cuello meciéndonos al compas de las letras de Ed Sheeran.

Noté como decidió confiar en mi aún mirándome con ojos cristalinos, apoyó su cabeza en mi pecho dejándome estrecharla entre mis brazos, prácticamente sosteniéndola, me susurró un tímido Gracias, y ahí supe que no dejaría de sostenerla nunca, por nada del mundo. 

(...)

Hacía un rato que habíamos llegado de la verbena y Halley había ido directa a ducharse, momento que habían aprovechado mi madre y mi tia Esme para sentarse en el salón y obligarme a contar que habíamos hecho.

-¿Habéis bailado?,- Dijo Esme sin poder creérselo al borde de las lágrimas.

-Dejad a Cohen, sois unas obsesas y unas cotillas.-Dijo esta vez Eros intentando salvarme del par de locas acechándome.

Llevábamos un rato jugando volley en la piscina cuando me distraje un segundo para mirar a Sarah y Halley que acababan de salir de la casa, Sarah hablaba compulsivamente con entusiasmo sobre algo mientras Halley asentía tímidamente,  llegaron hasta Maat y Chloé que llevaban ya un rato tomando el sol mientas que criticaban algo con mucha efusividad, cada una se tumbo en una de las tumbonas en las que estaban ambas chicas, y comenzaron a hablar de nuevo compulsivamente, Halley simplemente estaba perdida en sus pensamientos mientras que hacía ver que estaba escuchando.

-Cohen.. tío que te pasa- Me gritó Eros malhumorado debido a las efusivas celebraciones de Isaac y Oliver que habían ganado varios puntos debido a mi distracción.-Disimula por lo menos.- Me volvió a decir burlón esta vez.

El boceto de tu piel (MD 2.1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora