Cuando tu padre es el jefe de la mafia más poderosa del país, cargas en tu espalda una responsabilidad grande.
Siempre le he temido a decepcionarlo, porque soy su único hijo, y quiero tener su confianza.
—Mierda —susurro agarrando el teléfono, para llamar a Drake.
Es el único que puede ayudarme ahora.
—¿Señor? —pregunta al otro lado de la línea.
Probablemente tenga la edad que tengo yo, pero obviamente soy el que manda acá, cuando papá está encargándose de lo importante.
—M-Maté al Omega sin querer —susurro asustado.
Papá escogió darme a Drake, y es el jefe de mi seguridad personal.
Nadie además de él, guardaría un secreto así.
Todos trabajan para mi padre, pero Drake tiene la orden de trabajar para mí.
—¿Sin querer?
Ladeo la cabeza, jugando con mi dedo en la mesa.
—Estaba poniéndome nervioso y le di una patada en la cara para que se calle, porque no pensé iba a romperle el cuello.
—Ohm, el bebé...
—¡YA SÉ! —grito frustrado, colgando para que mueva las patas y aparezca en mi oficina, porque necesito que solucione esto.
Mi padre tuvo una gran victoria hace unos días, y le cortó las extremidades a un viejo enemigo suyo.
Su trofeo, era el niño que estaba dentro del Omega muerto.
La responsabilidad que me dio, fue mantenerlo con vida, y yo lo perdí...
Perdí al puto bebé.
Sé que quería que nazca, para disfrutar de matarlo, por ser el hijo del lobo que odia, pero yo lo maté antes.
—Ohm —dice Drake abriendo la puerta y yo me acerco.
—Podemos comprar un bebé, ¿verdad? —pregunto con esperanza— nosotros traficamos con personas, seguramente eso significa que tenemos contactos.
—Los bebés no son baratos y atraen a la policía, así que no tenemos niños en stock, y si lo compramos tu padre notaría el cargo en la tarjeta.
—Diré que compré un auto, va a llamarme inmaduro, pero no irresponsable.
Él parece analizarlo.
—O podemos conseguir uno gratis.
—¿Qué?
—Traficamos personas, lo acabas de decir, hay muchos Omegas en el bar, los que vendemos a nuestros clientes.
—¿Alguno tiene un bebé?
—No necesitas que lo tenga ya, puedes hacerle uno, y se lo quitas cuando nazca.
Oh.
Eso suena bien.
El Omega tiene al bebé, se lo quito al nacer y se lo doy a papá para que lo sacrifique.
Suena a la idea más sencilla del mundo.
