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Love Lovegood
Mis ojos se abrieron con el primer rayo del sol, hoy sería uno de los mejores días que tendré. Bueno... siempre digo lo mismo cada día al levantarme y siempre estoy en lo correcto.
Al sentarme y apoyar mi espalda en el respaldo, veía como Pandora se movía en su cama. Debería despertarla pero prefiero que duerma un poco más.
Tomé mi aburrido uniforme y me metí al baño para colocarmelo.
Antes de vestir mi túnica, le bordó rápidamente unas cuantas mariposas azules alrededor del escudo de Ravenclaw.
¿Me meteré en problemas? Está más claro que sí pero eso no me impedirá seguir siendo como soy.
Acomodó mi cabello con dos pequeñas trenzas y pequeños corazones como adorno. Mi cabello suelto y ondulado cae sobre mis hombros.
Un poco de labial me vendría bien. Lo necesitaré. Algo en mí sabía que debía estar muy presentable.
Tome mi collar con esas piedras hermosas, el cuarzo rosa y el citrino. Describen mi día a día. Amor incondicional y perdón, felicidad y diversión.
Me acerqué a Pandora y la sacudí suavemente para despertarla.
-¿Love? -apenas lograba abrir sus ojos para mirarme.
-Soy Xen. -me burlé un poco de ella.
Me tomó por los brazos y me tironeo. Besó mi mejilla.
-Déjame dormir un poco más junto a ti. -susurró en mi oído.
-¡Pandora Ancrum! -grité asombrada por las palabras que soltó mi mejor amiga -. ¿Has dormido con mi hermano?
Esa pregunta bastó para que Pandora me soltara y diera un brinco.
-¿Qu-qué? -estaba nerviosa, podía notarlo en sus mejillas rojas.
Enarque una ceja y la mire de forma divertida. Hubo un silencio y eso fue lo suficiente para la respuesta que esperaba.
-¡Dormiste con mi hermano! -chille eufórica dando pequeños saltos en su cama -. No quiero detalles. -no podía tener en mi mente la imagen de Pandora y mi hermano, puedo imaginarmelos casándose y con hijos pero hasta ahí -. Pero me decepciona que no me hayas contado. -agachó un poco mi cabeza dramáticamente.
-Debí contártelo. -la sigo con mi mirada -. Solo que... no tuve tiempo.
Me bajé de la cama y apoyé mis manos en mi cintura.
-¿No tuviste tiempo? -indagó -. Literalmente dormimos en la misma habitación. Me ves todos los días.
