Rural || HyunHo⸙MinJin

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Hyunjin correspondió al instante, colando una de sus piernas entre las del mayor y elevando su rodilla hasta lograr presionar su entrepierna, sacándole un jadeo combinado de un suspiro profundo.

Podía notarse la desesperación por sentirse y tocarse de ambos, la paciencia se les había agotado luego de haber sido interrumpidos varias veces, llevándolos a ese punto en donde el deseo era superior y querían romper esa tensión que los carcomía desde hace tiempo, quitándoles la timidez y vergüenza poniendo como prioridad el placer y goce.

El mayor comenzó a desabotonar el saco del más alto y lo dejó caer al suelo una vez que se lo retiró, el pelinegro no perdió tiempo y lo imitó, haciendo lo mismo con el de él.
La rosa convertida en broche que le había hecho cayó sobre el piano, regando algunos de sus pétalos por las teclas pero ninguno le prestó atención.

Hyunjin siguió en su tarea retirando ahora el chaleco que le acentuaba bien su cintura a Minho y dejándolo sobre el piano, deshaciendo el nudo de su corbata también y sintiendo los dedos del mayor retirar uno a uno los botones de su camiseta.
Estuvo a punto de quitársela, creyendo que era lo que quería, pero fue detenido antes de hacerlo.

- Déjatela puesta, también la corbata. - ordenó Minho, tomándose los segundos que ambos necesitaban para tomar aire y para poder apreciar la hermosa imagen que Hyunjin le estaba brindando.

Tenía sus labios más rojos e hinchados que de costumbre, su camisa blanca desabotonada y desacomodada al igual que su corbata, revelando su abdomen plano y una parte de su pecho que subía y bajaba agitado, queriendo regular su respiración.
A través de la tela podían notarse sus pezones erectos por el frío y las caricias, su cabello atado en una coleta estaba un poco alborotado y dos mechones negros le caían con gracia en el rostro, con su frente ya perlada en sudor y el cuello rojo en algunas partes.

Hermoso.

- No sabía que tenías esta clase de fetiches, Honnie. - bromeó sintiéndose un poco tímido por la manera en la que Minho recorría su cuerpo con la mirada.

- Yo también los estoy descubriendo contigo.

Su respuesta lo sorprendió pero no tuvo tiempo de contestarle, el mayor volvió a besarlo esta vez llevando su mano sin vergüenza a su erección creciente, Hyunjin gimió en medio del beso haciendo vibrar sus labios y se enterró en su cuello y clavículas para comenzar a morder como sabía que le gustaba, haciendo uso también de su rodilla para presionar el bulto de Minho nuevamente, sacándole un gemido también.

El pelimorado se despegó del piano y caminó algunos pasos acariciando las caderas y trasero del más joven, éste se dejó guiar y pronto sintió la mano de Minho empujarlo por el pecho.

Cayó sentado en el banquillo del piano, creyó que el mayor se sentaría sobre sus piernas pero su sorpresa fue más grande cuando lo vio ponerse de rodillas delante de él.

Minho le abrió las piernas y acarició sus delgados muslos, llevó sus manos a su cinturón pero antes de continuar conectó sus ojos con el menor mirándolo desde abajo, en busca de su permiso; éste se lo concedió sólo con un asentimiento de cabeza, sonrojado.

Ninguno dijo nada, el joven que estaba de rodillas se encargó de desabrochar la hebilla y bajar la cremallera, el pene de Hyunjin se removía en anticipación y no podía ocultarlo, Minho podía verlo claramente marcado a través de su ropa interior y húmeda.