¿Que fue lo que pasó?

893 49 20
                                    

El día era muy agradable para muchos, una gran tranquilidad era visible por donde quiera que veas, pero la tensión era más que palpable, cada cierto tramo que se recorría había tras bandera pequeñas pero notoria que ondeaban en el viento una encima de la otra, la primera de abajo era de la Marina, la de en medio era del Gobierno Mundial y la más que estaba en la cima era el símbolo de los Dragones Celestiales, digo símbolo era el  cual le daban a su esclavos para marcarlos, esta bandera era blanca de fondo con el símbolo negro. En todo el mundo, en cada rincón de cada isla estas tres banderas siempre estaban presentes. La seguridad en las calles era absurdamente alta, agentes del Gobierno y de la Marina patrullaban sin descanso, siempre que hallaban algún indicio o sospecha de piratería era motivo suficiente para capturarlo y llevárselo.

En algún lugar alejado de todo en el Calm Belt, muchos navíos llegan casi en fila a la entrada de Las Puertas de la Justicia. Estas abrieron dándoles paso, no era Marineford, Impel Down o Enies Lobby, esto era otra base del Gobierno Mundial, el cual fue nombrado: Grim Raven.

Los navíos fueron amarrados varios puertos, de los cuales descargaron enormes cajas y grandes barriles sobre un vehículo de transporte. Estos fueron cargados hasta el tope, avanzaron al centro de la base, antes de estar había muchas puertas por las cuales pasar, ninguna era diferente a la otra, pero el destino era el mismo.

Habiendo llegado una gran compuerta es abierta desde el suelo, dejando que aves, insecto y un horrible olor salga del fondo inundado el lugar. Todos los vehículos se detuvieron al borde, hombre con trajes protectores bajan las cajas abriéndolas y vaciando el contenido, el cual eran cuerpos muertos, ya sean frescos o putrefactos, o incluso alguno que otro que apenas estaba muriendo.

Todos los contenido fueron vaciados y en uno de ellos iba cayendo un joven pelinegro escuálido, se le veía que el hambre le había afectado en sobremanera, pero al caer deja salir un gemido de dolor, pero no pudo despertar era tanta su falta de energía que no podía hacer nada.

Oscuridad era lo que podía ver.

Silencio era lo único que podía escuchar.

Nada podía sentir.

Pero el olor, ese si lo distinguía, y no era agradable.

Su cuerpo estaba entumecido.

Al igual que le ardía en sobremanera.

No recuerda porque estaba allí, ni porque esta de ese manera. Poco a poco abría sus ojos, su respiración era pesada y lenta, sus fuerzas para levantarse era escasas. Aun así con todo eso dio el esfuerzo para levantarse, pero fallo en el intento cayendo, parecía que había caído de algo elevado pero no de manera directa y recta, sino fue rodando. Cuando se detuvo su boca tocaba el suelo, el cual tenía algo de agua ahí, pero la consistencia era muy viscosa, pero también pudo oír el rezumbar de múltiples moscas, al igual que su sentido del olfato llevaba y con eso el asqueroso olor de la putrefacción. Al momento de percibir eso, unas ganas le inundaron de vomitar pero no saco comida sino algo más fuerte pare el, sus jugos gástricos. Le ardió como el infierno su garganta, a lo cual tosió con mucha fuerza raspándose mucho más la garganta. Pudo ver que lo que estaba en el suelo era la sangre coagulada y acumulada de la gran montaña de cadáveres apilados encima, había niños, ancianos, hombres y mujer. Intentó volver a pararse pero cayo nuevamente repitiendo el proceso, agregando que las moscas se le juntaban, al igual que demás animales carroñeros. Al poco tiempo una gran compuerta se abre del techo, de la cual varios transportes de cargas se detenían casi al límite, luego para proceder a vaciar lo que traían, más cadáveres frescos. El sonido de los cuerpos chocar unos con otros o contra el suelo duro era escalofriante. Sino se rompían un hueso, la parte donde el cuerpo chocaba reventaba regada en pedazos. De muchos cuerpos, eran mutilados, descuartizados o calcinados. Además de que la sangre que se acumulaba era esparcida como si fuera lluvia, los cuervos volaban en círculos, ratas chillaban con fervor y las moscas zumbaban exasperante. Pronto el rechinar de una puerta suena, cerca de donde estaba en la puerta se abrió dejando que un hombre con traje protector entrara, pudo ver que miraba en ambas direcciones y volver a estar sin cerrar la puerta solo para que enseguida arrastrara algo, ahí vio lo que estaba trayendo, había jaulas y dentro de ellas había unos tipo de perros que parecía que estaban riéndose, estos eran de color café con manchas en su espalda. Abrió las jaulas y estos animales empezaban a comer salvajemente los cuerpo sin excepción, un gran miedo y pánico inundo a Luffy, puede que haya peleado con grandes seres y salido ganando, pero ahora que está sumamente débil eso quedo atrás. Se arrastraba como podía y de eso agradecía, ya que se movía tan lento que no alertaba a los perros, además de la puerta aún estaba abierta. “Oye”, se escuchó una voz. Inmediatamente Luffy se detiene, su corazón latía con brusquedad. “Solo treinta minutos, no los dejes más tiempo”, quien hablo fue otro hombre con traje. Este otro aparecía por dentro de la puerta hablándole al que estaba vigilando a los perros. Este solo le levanta el pulgar en forma de confirmación. El otro hombre se pierde dentro sin decir nada ni cerrar la puerta, así que sin dudar y con la poca adrenalina del momento se desplazó a la puerta. Al llegar pudo ver que había varios rastros de sangre, así que no pasaría nada de que pasara así, pronto un fuerte y desgarrador grito resonó con eco por el lugar, el grito fue ahogado por sangre y mordedura de uno de los perros, esto puso los pelos de punta a Luffy. Por fin pudo atravesar la puerta y colocarse detrás de una caja que estaba al fondo, con suerte no lo encontrarían. Se fijo en su cuerpo, noto que tenía el mismo estado cuando enfrento al Vicealcaide de Impel Down, apenas podía estar consiente, el bajón de adrenalina le hizo tener espasmos y dolor por todo el cuerpo. Tenía que salir de ahí a como dé lugar, pudo ver que había una mesa al lado suyo, como pudo se levantó pudiendo ver que había instrumentos de medicina, en especial para operación, así que agarro el más conveniente, el bisturí. No paso mucho tiempo para que el hombre entrase junto con las jaulas y cerrase la puerta, los perros aun seguían riéndose como si estuvieran locos. Luffy quería que ese hombre estuviese cerca para acabar con él, así que dejo caer algo al suelo asiendo que sonase, el hombre centro su atención hacia donde pude venir el sonido, Luffy pudo ver que efectivamente se estaba acercando a él, por lo que cuando estuvo casi cerca alzo su mano con bisturí y estando al alcance lo apuñalo en la parte de la nuca, no tenía la fuerza para tomar vuelo e impactar, así que con pequeños pero repetidas y profundos cortes acabo con la vida del hombre. Los perros se volvieron más locos de lo que estaban pero Luffy no le molesto, solo se centró en apresurarse en quitarle el traje, ponérselo y salir de donde quiera que estuviese. Con mucho trabajo le quito el trajo y se lo puso, no fue complicado saber cómo era el conjunto, además que de que no se notaba en donde había atacado. Ya estaba muy agotado pero nuevamente la adrenalina lo ayudo a levantarse, no podía dejar el cuerpo ahí y ni siquiera podía moverlo, así que opto por sacar a los perros. Por suerte los perro no le tomaron importancia a lo que se lanzaron al cuerpo, viendo que no había nada que hacer abrió la única puerta detrás y salió. Los pasillos eran grises y bastante limpios a excepción del piso que había varias marcas de sangre. Camino de manera erguida tanto como pudo para no parecer sospechoso, hasta que llego a una puerta doble con ventanas, ahí pudo ver que dentro había más hombre comiendo, dio un suspiro de alivio al ver que también estaban con su traje sin la máscara, solo tenía que entrar, tomar un plato o varios y largarse de allí. Ya con varios platos encimados entro a una habitación y sin perder tiempo devoro como animal todo lo que trajo, pero de apoco fue calmándose, no quería atragantarse. Aliviado de tener algo que su estómago recapacitó, vio que había un puerta no tan grande y delgada dentro del cuarto, abrió pudiendo ver que era un baño en el cual había un espejo, rápidamente entro para poder verse, se miró de abajo a arriba, en la parte derecha del traje tenía un nombre el cual era Laud, ya sabía el nombre de quien mato, anta que noto que su apariencia era cuando fue joven, junto cuando salió al aventura por el mar. Se palmeo y se pellizco notando que no estaba soñando, rápidamente recordó que tenía que salir del lugar. Al salir de la habitación observo que al lado había una placo con un nombre el cual decía Suig, intuyó que era un nombre, en la otra puerta a la derecha tenía Sulber, confirmando de que eran nombres de los hombres contraje de protección. El traía la letra L, así que corrió notando que había dos elevadores a los extremos del piso, entro en uno y toco la letra correspondiente, al momento de que las puertas se abrieran salió a toda velocidad para encontrar la habitación correcta, una vez encontrada entro cerrando con llave. Se dejo caer de sentó tratando de calmarse, pudo escuchar el sonido de un reloj, había uno colgado arriba en una pared, la hora era 8:36, lo que no sabía si ella de noche o de día, pronto el recuerdo de que el techo se abrió llego, era de noche. Ya había pasado 4 horas desde que pudo lograr escapar, durante esas horas aprovecho para dormir, ahora mismo se había despertado a lo que volteó al reloj, la habitación estaba oscura, no recuerda cuando se puso todo oscuro, al llegar a donde era la puerta sintió un pequeño botón el cual lo presiono y con ello todo se ilumino. Luffy sabía que era luz, algunas exploraciones por lugares misteriosos guiados por Robin descubrieron tal conocimiento. Saliendo de su asombro observo que habían pasado bastante tiempo a lo que supuso que nadie estaría despierto, abriendo la puerta asomo la puerta esperando que nadie estuviera, confirmando lo esperado salió ahora sin traje. El elevador estaba subiendo a lo que suponía era el primer piso, los puertas se abrieron dejando ver que no había nadie, ni siquiera había alguien que vigilase pero agradeció esto. Cuando salió por afuera, noto que la luz de la nula era muy brillante por lo que era bueno y malo. Avanzo bastante no queriendo explorar el lugar, hasta que llego a un puerto, había uno que otro navío de la Marina, que al parecer aun no estaban por irse, observo que por el puerta de donde desembarcaban no había nadie, no sabía si eran tontos o confiados. Ya estando dentro del barco se encerró en un barril, esto le tajo mucha nostalgia, sin más este durmió.

El Regreso del Rey PirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora