Cómo se declararían y como reaccionarías
—Aether
Nuestro querido aventurero se declararía en el momento en el que te ve, no le importaría si llegara sucio o herido
—Aether debemos curarte—avisas mirando algunas de sus heridas
—_____, me gustas—declara mientras se deja caer en tu hombro por el cansancio. Tu en cambio te quedas estática mirando a Paimon quien festejaba tener la razón
Unas horas después el rubio despertó en un cuarto que no conocía y sus heridas habían sido tratadas, salió de la habitación y llegó al primer piso
—Paimon piensa que _____ cocina delicioso—se escuchó la voz de la pequeña amiga de ambos desde la cocina
—Gracias Paimon. Ya despertaste me alegro ¿Tienes hambre?—pones las cosas en la mesa y el asiente—Siéntate y sírvete yo iré por unas cosas en el segundo piso—el asiente y se sienta. Le das una beso en la mejilla—Tu también me gustas—susurras y corres al segundo piso
—Kaeya
Es Kaeya por favor hace de todo para que entiendas que le gustas pero como siempre se comporta así contigo no lo captas (o eso cree él). Así que nuestro querido capitán se desahoga bebiendo alcohol y hablando con su hermanastro
—Es tan guapa—bebe de la jarra— y tan perfecta, por qué no se fija en mí. Mírame—se pone la mano en el pecho y el pelirrojo lo ve desinteresado—Soy el hombre que toda chica desea tener, pero parece que ella es la excepción. ¿Por qué?—vuelve a beber de la jarra y Diluc rueda los ojos—Ya lo decidí voy a olvidarme de ella, lo prometo me olvidaré de los sentimientos que siento por ______—y como si fuera por arte de magia apareciste por la puerta y te sentaste al lado del peliazul—!_______¡—una sonrisa apareció en el rostro del moreno
—Estas borracho—el del parche pone un dedo en tus labios haciendo el ademan de silencio
—Sabes lo tonta que eres, me tienes a tus pies y tú no me haces caso. Joder ya es muy difícil intentar que lo notes. Me gustas y mucho—empieza a retorcerse en tu hombro como un niño pequeño sin que el lo noté sueltas una tierna sonrisa
—Se ha esmerado en decirte lo que siente—sorprendentemente Diluc apoyó a Kaeya
—Eso lo sé, entendí la primera indirecta, pero como no quería ser otra más de su lista, lo dejé pasar. He sido muy mala con el verdad—dices acariciando sus cabellos azules—Kaeya—llamas y el hace un sonido afirmando que te oye—Me gustas mucho—dices y como un resorte se endereza y te besa algo torpe para dormirse
—Sabes que mañana no recordará que te declaraste—comento Diluc
—Y por eso lo hize—al día siguiente tenías a Kaeya robándote besos cada vez que podía, pues digamos que después de una dolorosa resaca pudo recordar todo con lujos de detalles
—Diluc
El dueño de la taberna se encontraba nervioso sentado en el sofá de tu casa moviendo de arriba a abajo su pie
—¿Y de que querías hablar?—preguntas sentándote delante de él, unos segundos y el no habla—Te parece si hablo yo y después tú—el asiente—Bien quisiera saber la razón por la cuál me estás evitando, ¿He hecho algo que te molestó o ya no te gusta mi compañía?—preguntas sintiendo como se te aguaban los ojos
