¿Puppies? - Wenclair

O21

—¡Wednesday!

La mencionada alzó su cabeza, mirando con indiferencia aquel niño que se parecía a su hermano menor; Eugene. El sonrió al verla y se acomodó sus lentes. Se acercó más a Wednesday, quien estaba rodeada de libros viejos, mientras estaba sentada refinadamente, en la tierra. Bueno, en realidad tenía una pequeña sábana debajo, para evitar ensuciarse.

Parecía estar leyendo con bastante frecuencia aquí, en su club de zumbadoras. Eugene nunca le cuestionó, ni reviso que tipo de libros estaba leyendo. Aunque no podía negar que tenía bastante curiosidad sobre que investigación hacia frustrar a Wednesday.

¿No tenía nada de malo preguntar al menos un poco, no?

Eugene se acomodó sus lentes y dió un suspiró. —Wednesday, ¿Necesitas ayuda para tu investigación?

Wednesday lo fulminó con la mirada, diciéndole algo como "vete de aquí y déjame en paz."

—Desde que llegaste a Nevermore con Enid no pareces detener tu investigación, ¿Segura que no necesitas una mano?

Eugene la miró nervioso, esperando su respuesta. Alguna sarcástica y fría, no esperaría más.

—Ese es el trabajo de Dedos. —Wednesday cerró sus labios con brusquedad y volvió a abrirlos. —¿Por qué razón piensas que me fui con Enid?

Wednesday pasó la página del viejo libro.

—Bueno, llegaron juntas y ninguna de las dos fue vista este fin de semana. —El chico se acomodó sus lentes, mirando el techo.

La latina entrecerró sus ojos, pensando por un momento.

No tiene sentido mentirle a Eugene. No siente ninguna satisfacción con engañarlo, así que bien, al menos le dirá un poco.

—Lleve a Enid con mi familia. —Apartó la vista del libro, ahora mirando a Eugene. —Es complicado de explicar, tenemos un asunto.. un poco.. enredoso.

Eugene asintió confundido, dándole una rápida mirada a las portadas de los libros. Todos ellos parecían ser viejos, con títulos de algo como "contratos" y "pactos."

¿En qué se metió Wednesday está vez? Eugene pensó.

Eugene tragó en seco y habló. —Y tú.. ¿Necesitas ayuda? Fuera de la investigación, digo.

Wednesday por un momento frunció su rostro y apretó la mandíbula, mirando su libro con complicidad.

¿A Enid le gustaría que hablara sobre sus temas privados con alguien más?

Enid le enseñó que no hay ningún problema en decir como se siente. Que hay personas en quienes puedes mostrarte vulnerable. Por ejemplo, que alguien más encienda la silla eléctrica y tenga en sus manos la intensidad, si es que no entendió mal el lenguaje de Enid.

Aunque suene desagradable la idea de ser vulnerable, tal vez Enid sonría tontamente cuando le cuente sobre esto.

¿Se sentirá orgullosa de ella?

Wednesday exhaló y fijó su atención a los ojos oscuros de su amigo. —La posición en la que me encuentro es complicada. —Ella resonó sus labios.

Eugene se quedó quieto, y además escuchó a su querida amiga, asintiendo para que continuará.

Realmente el no esperaba que Wednesday le contará sobre que pasaba, así que por dentro se siente muy alegre que su amiga cuente con el, aunque sea a su extraño modo.

—Enid recibirá algo, pero tendrá un precio. Al igual que yo pagaré uno.

Wednesday apretó su mandíbula.