Renamon, Mi Guardiana Digimon.

Renamon me regaña.

—esto es muy relajante UwU
—dijo Renamon soltando su cuerpo al sentir el agua tibia estimulando su piel.

—si que lo es
—respondí.
—te dije que sí cambiamos los dos juntos en la bañera.

¿Recuerdan que Renamon y yo nos preguntamos si podíamos caber juntos en la bañera?
Pues no estábamos dispuestos a quedarnos con la duda, así que después de mostrarle mi departamento preparamos la bañera y tomamos un baño juntos.
Y adivinen que, si cupimos XD.

(Si ya lo sé, somos p1nche gente sin quehacer)

De echo, no sé si era el agua que estaba a la temperatura perfecta, la abundante espuma del jabón para baño que rebosaba hacia los lados de la tina o el echo de tener a mi Digimon recostada encima de mí, pero esa ducha se sentía muy rico.

Renamon soltó su cuerpo al entrar en un estado de total relajación, sentía su pelaje agitarse suavemente con el movimiento del agua, su espalda reposaba en mi pecho y recostó su cabeza apoyando su nuca en mi hombro, cerro los ojos y suspiró.

—¿Podemos quedarnos aquí todo el día?
—preguntó Renamon mirándome de reojo con un tono suave y relajado de voz.

—no lo creo, el agua nos dejaría arrugados como pasas
—respondí

—¿Los humanos se arrugan como pasas con el agua?
—preguntó mirándome llena de curiosidad.

—b...bueno si, eso pasa cuando pasamos mucho tiempo en ella ¿Ves?
—alzé la palma de mi mano y le mostré la yema de mis dedos los cuales comenzaban a ponerse rugosos.

—oh, tienes razón :0
—dijo con asombro.
—¿A los Digimon también nos pasa eso?
—alzó ambas manos y extendió los dedos para mirarlos de cerca, ellos estaban estaban cubiertos de fino pelaje el cual escurría empapado, pero no había indicios de arrugas en sus dedos, quizá en los Digimon no existía ese efecto.

—quizá no funciona en Digimon
—respondí.

—que lastima
—dijo un poco decepcionada y agachó sus orejas en señal de tristeza; se veía tan tierna haciendo ese gesto, y para contentarla tuve que intervenir.

—p...para nada Renamon, tampoco eso es la gran cosa...
—respondí llamando la atención de la Digimon.
—se supone que es para que tengamos mejor agarre debajo del agua.

—¿En serio?
—preguntó impresionada.

—si, mira
—y jugueteando, baje mis manos para rodearlas en su cintura.

La tome delicadamente y besé ese pequeño espacio detrás de su oreja derecha.

La piel de la Digimon se erizó al sentir como mis labios presionaban suavemente atrás de su oreja, sonrío y bajo los brazos para tomarse de los míos y después volvió a recargar su nuca en mi hombro.

—Te amo
—dijo en un tono suave y relajado y cerró sus ojos para luego soltar su cuerpo cómodamente encima de mí.

Después de nuestro baño, el cual duró como una hora más o menos.

(Si, de echo por poco nos quedábamos dormidos y nos ahogabamos alv)