Renamon, Mi Guardiana Digimon.

Renamon vs Lekismon

Renamon y yo continuamos recostados en la cama, descansando de lo más tranquilo y apasible luego de habernos dado mucho amor UwU

¡BOOOM!

De pronto una explosión sacudió el suelo y cimbró los cimientos del edificio de mi departamento.

—¿Que fue eso?
—pregunte levantándome de golpe sorprendido.

—un Digimon...
—Respondió poniéndose en alerta.

—¿Que? ¿Estás segura Renamon?

—si, los Digimon podemos sentir la presencia de otro Digimon a nuestro al rededor.
—explicó.
—no están cerca, pero son lo suficientemente fuertes como para sentir su presencia, y son más de uno.

—¡Maldición!

—mi amor... ¿Que quieres hacer?
—pregunto Renamon volviendo su mirada hacia mí.

Sin responder, caminé hasta la ventana y me asome para ver qué ch1ngad0s pasaba allá afuera; a lo lejos, exactamente en el parque central de la cuidad una nuble de humo de gran tamaño se alzaba al cielo.

¡TRACK! ¡TRACK! ¡TRACK! ¡TRACK!

Se pudieron escuchar varias detonaciones de armas de fuego; parecía ser un calibre muy grande, como el de los cañones de un tanque militar, además de ráfagas de fuego que salían disparadas hacia el cielo en forma de esferas incandescentes.
Todo apuntaba a que era un enfrentamiento entre Digimon.

—es en el parque.
—agregué.
—pero, no parece otro atentado como el de Mummymon, si no más bien de una pelea.

—¿una pelea?
—preguntó la Digimon llenándose de intriga.

—si.
—Respondí volteando a verla.
—¡Renamon, debemos ir!

Renamon agrandó la mirada un tanto sorprendida, sabía de lo peligroso que sería acercarse a ese lugar, más aún teniendo la misión de protegerme a toda costa, pero como camarada entendía a situación y no daría marcha atrás a mis ordenes sin antes dejarme en claro el peligro que nos esperaba.

—te seguiré a dónde tú digas, pero debes tomar en cuenta que quizá se trate de una trampa.

—ya lo he pensado, pero también dijiste que aún quedaban dos Tamers más con vida ¿No?

—si.

—bien, ¿Y si se trata de uno de ellos, en apuros?

La Digimon lo pensó por un momento concordando con la idea.

—Renamon, si queremos seguir en el juego debemos encontrarlos a toda costa
—proseguí convenciendo a la Digimon.

—tienes razón ¡Vamos!

—¡esa es mi chica! :3

—pero...

—¿Que sucede Renamon?