Aquel deseo voraz de obtener cada cosa que se le cruzará por la mente, sonriendo burlón mientras otro nombre era tachado en aquella lista.
En aquel y otro universo, el mismo rubio avaricioso solo tenía una cosa en mente
El poder
Y aquel único amor...
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-¿volverás a salir?
La voz del menor le hizo voltear a la cama, sonriendo al verle sentado con uno de sus suéter, sus mejillas rojizas hacían contraste con sus labios que hacían un tierno puchero.
-no quería despertarte, lo siento.—soltó tímido mientras se acercaba a su lindo niño y le daba un tierno beso en su mejilla
El menor observaba el traje finamente planchado del más grande, suspirando antes de dejarse caer y esconderse entre las sábanas
-no tardaré cariño.—habló mientras abrazaba aquel bulto escondido entre las sábanas.—prometo que cuando regrese haremos lo que tú quieras mi niño
Gustabo salió de su escondite para tomar la mejilla del mayor, viendo como este cerraba sus ojos ante su toque cálido
-te voy a extrañar
-regresaré pronto, no sentirás siquiera que me fui, anda a dormir que aún es temprano
El menor asintió dejando un casto beso en la mejilla del mayor antes de volverse a acostar, sintiendo como el mayor se levantaba de la cama y caminar fuera de la habitación
Despertó agitado, tocándose su cabeza mientras respiraba rápidamente, escuchando como Horacio abría la puerta y se acercaba a él para abrazarlo.
—¿lo mismo?
El mayor asintió, dejándose llevar por las caricias que el menor le ofrecía en su cabello
—Deberías de dejar de pensar en él, no sabes nada desde hace un año Gustabo, tienes que rehacer tu vida
—Cállate Horacio.—soltó con molestia, alejándose de este mientras se levantaba de su cama.—voy a bañarme, tengo que revisar algunas cosas antes de entrar a trabajar.
—Sabes Gus...—comenzó a hablar el menor, deteniendo sus pasos para escucharle.—se que es molesto que te diga esto a cada rato, pero yo no me conformo con un polvo cuando estas caliente, o viceversa, yo tengo sentimientos por ti y...
—No digas nada osito
No podía hacerle eso a él
Sus zafiros denotaban la tristeza al observar los bicolores del menor.
—Está bien Gus...
~•~•~•
Su día se había vuelto aburrido, el trabajo en el que estaba era una mierda, clientes que solo llegaban a gritarle, algunos otros pedirle su número y coquetear.
¿Otros? Otros solo llevaban niños que lloraban o se la pasaban molestándolo por su cabello rubio
Comenzaba a odiar ese tono de cabello
-no sabes lo bien que se ve tu cabello cariño.—susurraba cerca de él mientras le acariciaba los mechones rubios.—enserio nose como un chico tan lindo se fijo en mi
