Aquel deseo voraz de obtener cada cosa que se le cruzará por la mente, sonriendo burlón mientras otro nombre era tachado en aquella lista.
En aquel y otro universo, el mismo rubio avaricioso solo tenía una cosa en mente
El poder
Y aquel único amor...
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A veces, las personas creen saber lo que piensas de ellas, sin embargo, la mente juega sucio.
Y eso era lo que le gustaba a Gustabo García
El principal nombre en aquella lista había sido tachado
"Jack Conway"
Seguido de algunos otros de aquel cuerpo de policías, sin contar aquellos hermanos italianos que se encontraba en bares y terminaba con alguno que otro beso en los baños.
Tampoco podemos ignorar el hecho de que un hombre de aspecto temerario y zafiros decorando sus ojos últimamente le observaba cada que salía de comisaria.
Como pasaba en aquel momento.
—¿Es difícil hablarme?.—comenzó a decir el menor al pasar por su lado.— soy mayor de edad así que no te meterán a la cárcel por hablarme, ¿eres nuevo en la ciudad?
Su boca no paraba de moverse, haciendo sonreír al mas alto que solo lo miraba con cierta intriga.
¿Que de especial tenía ese jodido chico?
Apariencia delgada, pálido con cabello rubio y ojeras rojas bajo sus lindos ojos azules.
—Muchos hablan del chico que entra y sale de comisaría sin ser agente o alguien que se mete en problemas la mayor parte de la semana.—comenzó mientras veía al menor morder su labio tratando de no sonreír.
—Y me parece que tú no haces más que cuidarme.—suspiró mientras volteaba a comisaría y veía salir a Greco y Volkov, posiblemente a fumar como siempre.—te e visto últimamente espiándome aquí, mientras no trates de secuestrarme creo que no debo de preocuparme
El mayor soltó una carcajada, alertando a los comisarios que voltearon y observaron al rubio cerca del castaño.
—De momento puedes decirme Hunt, después sabrás mi nombre
Gustabo sonrió, sintiendo pronto como era tomado de ambas manos y jalado hacia atrás por dos cuerpos grandes.
Atrás de él, Greco y Volkov miraban fijamente al hombre castaño.
—Veo que te cuidan mucho, Gustabo.—susurró antes de ver como el menor sonreía inocente.—te veré después.—le sonrió antes de subir a su moto y partir lejos de aquel lugar.
Para Volkov y Greco se les hizo molesto aquel hombre que trataba de llamar la atención del rubio, pero para Gustabo era totalmente divertido.
—Deberías de tener más cuidado al acercarte a gente que no conoces.—habló Greco mientras soltaba al menor, siendo seguido por el ruso que le miraba fijamente.
—No siempre vamos a estar alguno de tus amigos para cuidar de ti.—soltó el peligris mientras veía al menor fruncir el ceño
—no soy un niño que debe ser cuidado por ustedes, ni siquiera Horacio me cuida tanto joder.—hablaba mientras chasqueaba la lengua, caminando lejos de aquellos comisarios que le gritaban, se detuviera.— A la mierda, luego vengo a ver a Conway
