Me encuentro caminando por una villa que me lleva a mi hogar, mi hermana a mi lado me indica el buen clima que hace hoy, nuestro padre nos mano a recoger algunas flores puesto que el día de hoy es el cumpleaños de mi madre y sus deberes en la iglesia no podían posponerse mientras camino veo lo pacifico que es mi pueblo, todos se conocen entre si, y es algo encantador hace unos meses tuvimos una visita de la Sultana Fatma de Estambul a quien tuve el placer de conocer en persona es una mujer muy bella y también muy alegre llegamos a nuestro hogar y vemos a nuestro padre salir con una cara de preocupación mientras nos empuja dentro de la casa mientras se a cerciora que nadie mas este cerca.
-Nasia, nadie mas esta cerca de nuestros alrededores? Dice mi padre tomándome por los hombros.
-No padre, nadie mas a estado a nuestro alrededor, pasa algo? Digo mientras acelero el paso.
Mientras caminábamos de regreso a casa veo algunas sombras pasar a mi alrededor, sin tomarle importancia sigo detrás de mi padre quien carga a mi hermana en brazos quien no para de ver a ambos lados.
Hasta que un grito me hace estremecer volteo a ver y solo escucho que mi padre emite un grito de terror.
-Están aquí!
Siento como un hombre me arranca de los brazos de mi padre quien minutos antes había tomado mi mano para correr, siento como me pican los ojos al ver a mi padre llorar de rodillas rogando porque no me lleven, mientras un Tártaro me toma como un costal de papas sobre su hombro, me suben a un barco con pocas personas abordo mientras siento mis lagrimas deslizarse por mis mejillas, mientras veo a jovencitas amarradas al barco, grito, lloro y pataleo porque me saquen de donde sea que este y no me rapten que no me aparten de mi familia, no pude despedirme de mi padre, ni siquiera de mi madre y solo rezo porque mi hermanita este bien donde sea que este.
Palacio de Topkapi
Narrador: Tercera Persona.
Mientras Anastacia no sabia que vida le esperaba, y hacia donde se dirigían, en estambul mas específicamente en el Palacio de Topkapi se encontraban las hermanas del sultan tomando el té.
-Fatma, estas segura de que traer a esa jóvencita es lo mejor?
La sultana Hatice le hace la pregunta a la sultana quién sonríe ante la pregunta.
-Hatice, si Anastacia esta en el Harém de su majestad, podremos mandarla una noche con su majestad. La elegí porqué las mujeres de su familia son muy fértiles y quedará en cinta muy pronto y la Era de Hürrem llegará a su fin.
La sultana Fatma en su viaje a Grecia quedo encantada con la jóven Anastacia quien era muy hermosa incluso siendo una pequeña niña.
-Y si su majestad no la acepta en sus aposentos?
La sultana Hatice era muy desconfiada pues aunque ubieran mandando a las mujeres más hermosas el Sultan no había recibido a ninguna solo a la princesa isabella y a hatice no le inspiraba ninguna confianza puesto que en la cena que prepararon para su majestad demostró interés en Ibraim
-Hatice, cálmate todo va a salir bien. Si en algún dado caso ella no es aceptada por su majestad, la casaremos con Mustafa.
Las tres sultanas se miraron entre si, sabiendo que su plan era perfecto. Sin saber que era lo que su futuro realmente les deparaba, Hürrem había sido una amenaza para ellas pero no tan fuerte como la que llegaba en el barco que ellas mismas mandaron a traer.
Anastacia
Mientras íbamos en el Barco conocí a una veneciana llamada Cecilia quien ahora se había convertido en mi amiga, llevamos horas en el Barco quizás días hasta que fuimos bajadas a arrastras mientras un hombre con vestimentas extrañas le daba un pequeño costal de dinero a quien había secuestrado a Anastacia, el hombre a quien habían llamado Sümbul aga comenzó a tirar del brazo de algunas señoritas así como Cecilia y Anastacia diciendo que se las llevaría.
Fueron llevadas al Palacio mientras en los baños eran lavadas y la doctora revisaba que fueran vírgenes para ambas jóvenes eso era algo realmente humillante luego fueron llevadas a otro lugar mientras les daban sencillas vestimentas que llevar, mientras una mujer llamada Firial les daba órdenes una mujer de cabellos de fuego y mirada perspicaz analizaba el camino con sus ojos esmeralda.
-Bajen la cabeza y no hablen
-Atención La sultana Hürrem.
Anastacia y Cecilia al igual que las demás miraban con admiración A la mujer que caminaba como el mismo sultan con una gracia y una belleza mientras lucia una sonrisa y era acompañada por varias muchachas que caminaban detrás de ella con el mismo porte y sonrisa. La mente de Anastacia recordó que su madre le contó la historia de Alexandra la rosa una esclava rusa que fue vendida a Estambul y conquistó el corazón el sultan dándole así un nuevo nombre Hürrem.
-Sumbul que pasa? Porque tanto alboroto.
-Mi sultana, llegaron nuevas esclavas al Pala-
Anastacia se arodilla frente a Hurrem mientras llora diciéndole que ella no pertenece aquí, que quiere regresar a su hogar que tiene familia y amigos, La sultana de cabellos de fuego ve a anastacia a sus pies y su valentía le recuerda a cuándo ella grito el nombre de su majestad frente a las demás.
-Qué hermosa jóven, de donde eres?
-Soy de Grecia mi sultana.
-Mi sultana, ella fue elegida como esclava de la Sultana Fatma.
Otro hombre se acerca a la sultana y le dice algo al oído mientras Hürrem ve glacial a los lados.
-La encargada del harem soy yo, así que la señorita Anastacia recibirá un nuevo nombre y será la nueva esclava de la Sultana Turhan.
-Ven conmigo.
-Sultana, por favor, le ruego que me regrese a casa yo no quiero estar aquí, no quiero un nuevo nombre.
Mientras Anastacia era llevada Hurrem, planeaba su siguiente golpe pues ya sabia de los planes de las hermanas del sultan con la joven anastacia los cuales no iban a resultar porque ella no perdona y tampoco olvida.
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