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Bienvenida dulce lectora, ¿Buscas un amor dulce y desenfrenado?, si es así, me temo que aquí no encontraras eso, en este libro el amor sobrepasa los límites a la obsesión, en donde las llamas del calor te abrazaran y será...
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La familia feliz, eso era tu familia, siempre alegres y orgullosos de su unión, claro, sin contarte a ti, tú eras la paria asquerosa que ellos tuvieron que traer al mundo para no dejar mal a su familia de que habían tenido un aborto.
La única que se preocupaba por ti era tu abuela, la adorable anciana que los invitaba cada primavera a quedarse en esa casa de campo en el bosque, te sentías bien en ese lugar, como si el bosque se conectará con tu alma, además era el único lugar donde no los escuchabas gritarte o reducirte a nada.
Ese verano dejaste que ellos se muestren como la familia feliz que era, tomándose fotos y subiéndolo a redes, claro, en ninguna aparecías tú.
Tu abuela decía que los perdonarás, pero, para ti solo te daban una habitación, estudios y comida, no sentías cariño ni afecto, jamás exigiste nada a ellos, no hasta ese verano de tus 7 años.
Encontraste un pequeño cachorro herido cerca de la cabaña, era tan pequeño y estaba herido, no podías dejarlo así, convenciste a tu abuela para que lo ayudarán, tu papá no se pudo negar, le tenía miedo a su madre como ninguno.
Lo curaste, lo alimentaste y le diste cariño, cosa que jamás se te brindó en la "comodidad" de tu casa, tu abuela te ayudo a qué tus padres no se metan a cuidar al cachorro incluso cuando volviste a tu infierno en tu país. El cachorro parecía feliz contigo, al principio gruñía cuando te acercabas, sus rugidos se detuvieron cuando un día por casualidad lloraste frente a él luego de que tu hermana te humillara frente a tus padres y estos ni al caso.
Como si le dieras pena, supiste.
El cachorro creció contigo, fuerte y sano, a veces salía y no regresaba en tiempo, tus padres se ponían feliz por eso, pero el perro luego regresaba, así fue por un tiempo hasta que cumpliste 14 años, el cachorro parecía un guardián que te protegía, y eso era demasiado para el gusto de tu familia, por qué a medida que pasaba el tiempo, el perro que suponía debía ser, no lo era.
