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Bienvenida dulce lectora, ¿Buscas un amor dulce y desenfrenado?, si es así, me temo que aquí no encontraras eso, en este libro el amor sobrepasa los límites a la obsesión, en donde las llamas del calor te abrazaran y será...
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¡Felicidades, habías logrado crear una máquina de tiempo!
+Habías pasado la mayoría de tu vida universitaria en Ciencia, creando el prototipo especial para tu tesis, al principio solo era eso, un prototipo de muestra, pero, entre más te enfrascabas en todo, más terminabas, buscabas y construías. Y por fin, lo habías logrado. Una real máquina de tiempo.
+Era de noche cuando decidiste probarla, estabas en la sala de investigación y conectaste todo lo que necesitabas, encendiste la máquina y con un chasquido, la electricidad comenzó a nacer del medio de la circunferencia.
+¡Si funcionaba!.
+Pero, tan pronto como la euforia creció, todo se derrumbó.
+La máquina se desborde, la electricidad se dispersó por toda la sala, quemando y destruyendo, intentaste correr, pero fue demasiado tarde, en una explosión, tu aparato te arrastró con él, y solo un rastro de quemado quedó en el lugar.
+Pero, eso no se queda allí, todo paso rápido, caíste en una batalla horrible, escuchaste gritos de furia, cuerpos por todas partes y poderes dimensionales por encima de tu cabeza, había cascos extraños de una época que conocías bien.
+Habías caído en la guerra antigua Greca.
+Estabas tan asustada que no vez que una persona, entre todos los guerreros, se te queda mirando. Sales corriendo a buscar refugió, intentando ver si había algo de tu aparato, algún indicio que esa cosa también estaba cerca.
+Sin embargo, todo te sale mal, un hombre, cuyo brillo rojizo en sus ojos se puso sobre tu cuerpo, te había marcado.
+Intentaste ocultarte entre los cuerpos y pilas de rocas destruidas hasta que todo se detuviera, tus zapatos estaban manchados de sangre jean, lo único que querías era buscar una manera de salir de eso, solo una manera, si puedo construir una máquina del tiempo con cosas que podía crear o construir, no podía no hacer nada con las cosas que encontraría en ese lugar.
+Cuando todo acabó, saliste del escondite buscando tú máquina del tiempo, pero, un hombre fue quien te retuvo.
+Ares, el dios de la Guerra, llamado Jeon Jungkook entre los humanos, disfruta de bajar y unirse a lo que más amaba, la lucha de los humanos, a veces era aburrido, pero cuando mataba o los hacía pelearse con más fuerza, la vitalidad volvía rellenar su cuerpo.
+Solo hasta que te vio.
+¿Eras a caso una diosa menor?, no, estaba seguro, eras humana, no lucías como las mujeres de esos humanos luchando, no, tenías ropa extraña, pero, te veías temerosa, tan bonita, mirando asustada a todas partes.
+Jungkook debía tenerte.
+Jungkook era hermoso, muchas semidiosas, diosas menores e incluso hombres lo deseaban con una fuerte escultura masiva de cuerpo, rostro duro, brazos anchos y tan irresistible en el sexo.
+Cuando te vio, decidió que ibas a ser de él, ¿Por qué dejar ir tu belleza inocente?
+Como si fueras un botín, te arrastra a su reino, intentaste reclamar como podías, aferrarte a tus esperanzas de salir de esa realidad, pero, Jungkook te mostró que eso no iba a ser posible, no te dejó retroceder en nada.
+La amante de Ares, el dios de la guerra, tú lo conocías por el mal nacido que te estaba arruinando la vida. No te dejaba salir, no te dejaba mirar el cielo y mucho menos desobedecerlo, te besaba cuando tenía ganas y te tocaba a veces de maneras que no te gustaban.
+Pronto, su dichoso amor, se volvió una propiedad. Te encerró totalmente en su habitación, bloqueo ventanas o cualquier luz que pudieras ver, no dejaba que salieras como antes y pronto, muy pronto, sus besos se hicieron más duros.
+Cuando te tomó por primera vez, lloraste durante semanas, fue rudo, sentías como te follaba con fuerza, dándote golpes en tu trasero mientras te llenaba una y otra vez, era tan enorme a comparación de ti, tan ancho, que esa vez te limpio por los restos de sangre ante su brutalidad.
+Pero, las cosas no quedaron allí, Jungkook siempre te adoraba, te besaba, te tenía prácticamente desnuda en la cama cuando quería darte mimos y placer, a veces era rudo y solía cortarte los muslos para ver tu sangre correr, por más que te quejabas de dolor, él solo lamía el fruto de tu vida mientras se metía en tu dulce coño.
+A veces, la esperanza era buena en tu cabeza, pero, no cuando tenía un grillete en tu tobillo diciéndote que jamás ibas a poder escapar del dios.
+Eras de Jungkook, confórmate.
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