18 ☀︎︎

1.7K 228 73
                                    

El trayecto a casa fue silencioso, ninguno de los dos no estaba del mejor humor para conversar sobre su día, no querían preocupar al otro con sus problemas.

Al llegar a casa, JiSung fue directo a su habitación sin decir nada. Eso extrañó a MinHo, pero sin más entró y fue a la mesa para seguir trabajando, estaba muy retrasado.
JeonGin, que estaba en medio de los dos sin entender nada, simplemente gateó hasta el sofá para empezar a sacarse la ropita y dormir una siesta.

El pequeño Lee miraba su alcoba con ojitos tristes; Esa habitación era para bebés, y JiSung no era un bebé, era un niño grande de cinco añitos, ¡No podía tener tantas cosas! Su baúl rebalsaba de juguetes para niñas, tenía muñecas, peluches y alguna que otra cosa rosa, ¡Y eso no era para niños! La señorita Kim se lo dijo, él debía jugar con pistolas, con autitos, dinosaurios o algo parecido.

Tirando su mochila al suelo se aproximó a el y lo abrió comenzando a sacar lo que no le gustaba; Su muñeca de La cenicienta, sus alitas de mariposa, el auto rosa, su peluche de conejito...

En unos minutos, ya tenía todo lo que no era varonil afuera del baúl. El niño hizo un pucherito triste, ¡A él le gustaban todas esas cosas! Podía jugar a ser una princesa, una hadita, o un papá conejo con su hija conejita, pero no quería volver a escuchar a su maestra diciéndole que era una niñita sólo porque jugaba con ellas, iba a demostrar que él era un niño muy fuerte y valiente.

Miró con pena todas sus cositas y sus ojitos comenzaron a cristalizarse; su papi le había comprado todo eso, le daba mucha angustia tener que tirarlos.

Pasando sus manos por sus ojitos, respiró hondo y fue al living, necesitaba de su mejor compañía.
Allí lo encontró con ojos cansados y algo rojitos mirando su laptop. A pasitos de pingüino, se acercó

— P-Papi...—

— ¿Qué sucede, bebé?— Lo tomó en brazos para ponerlo en su regazo

— Tengo hambre...— Se apoyó en su pecho— ¿P-Puedo tomar leche en un biberón, porfa?—

Min sonrió— Claro..—
Con él aún en brazos comenzó a prepararlo; Su habilidad multifuncional todavía no se oxidaba.
Ya terminado eso, volvió a sentarse en la silla— Toma, ve al sofá—

— ¿P-Puedo quedarme contigo?— Dijo rápido

— Papi tiene que trabajar, bebé..—

— Por favor..— Hizo ojitos de cachorro

— Ah, está bien, pero quietito porque papá está muy ocupado, ¿Entendido?— Cuando su niño asintió, le besó la cabeza para seguir con su labor

— Mmh... Papi... ¿Está bien que sea una princesa?—

— ¿Por qué preguntas, bebé? ¿Ya no te gusta ser una princesa?— MinHo se mostró confundido

— E-Es que, tal vez esta mal que sea una princesa porque soy un niño..—

Min lo miró un momento preocupado— Hijo, ¿Alguien te dijo algo?—

— N-No papi—

— Entonces no hay ningún problema con eso, ¿O acaso no recuerdas a Mulan? Ella se hizo pasar por hombre para ir a la guerra, pero seguía siendo una mujer— JiSung miró sus manitos— Tú puedes ser lo que quieras— Apretó sus mejillas

— Entonces.. ¿Puedo ser una princesa?—

— Si eso es lo que quieres, por supuesto que sí— Besó su frente volviendo a su laptop

Una vez más, el silencio volvió a inundar la familia; el único sonido que se podía escuchar era la respiración de JiSung y el tapear de las teclas de MinHo.
Sung bebía su leche con calma y lentitud replanteandose si lo que hacía con ChangBinnie sobre ocultarle a sus padres sobre la nueva maestra estaba bien o no; la culpa lo comía a cada minuto y ahora viendo que su papá también está triste, la cosa no hacía más que empeorar.
Tal vez debía parar y contarle de una vez, porque sinó, todo podría empeorar. Pero, ¿Y si decir la verdad es lo que hará empeorar todo? ¿Y si al hacerlo, su papá lo saca de la escuela igual como a ChangBin? JiSung no quería eso, definitivamente no, entonces, volvió a replantearse si decir la verdad o no, tal vez, y sólo tal vez, ChangBin tenía razón y mentir era la mejor opción, seguro que en algún futuro, la señorita Kim se iría.

☕︎𝑺𝒊𝒏𝒈𝒍𝒆 𝑫𝒂𝒅 | 𝗠𝗶𝗻𝗖𝗵𝗮𝗻 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora