cinco.

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Lo'ak estaba sentado en la misma piedra en la que practicó el día anterior junto a Nyra. Había elegido ese lugar porque se sentía en paz: al encontrarse algo alejada de la villa, prácticamente no había ruido, y, por ende, no había distracciones. Además, y aunque le avergonzaba un poco, había desarrollado cierto cariño por ese lugar: después de todo, ahí Nyra había dicho las palabras que siempre esperó escuchar.

Sabía que era un poco infantil de su parte, pero ahora esa piedra tenía un valor sentimental muy especial para él.

Nyra le había dicho que no era un lugar que fuese especialmente transitado, y también le dijo que ella solía ir para distraerse y calmarse cuando las cosas estuviesen siendo difíciles para ella.

"—Te traje aquí porque este es mi lugar seguro — murmuró la fémina, sonriendo suavemente—. Me gustaría compartirlo contigo. Así, siempre que vengas, sabrás que tienes a una amiga que te está apoyando."

Eso era precisamente en lo que pensaba. En Nyra, en su amabilidad, y en todo lo que había hecho por él sin siquiera conocerle realmente. Ella era especial, y eso le hacía no querer apartarse de ella.

Nyra era el tipo de persona cuya ausencia se notaba mucho. Incluso ahora, pese a que no habían estado ni siquiera un día separados, se hallaba pensando en ella, contando las horas que faltaban para volver a verle. Así de mucho se había encariñado de ella, pese a no conocerla por más de tres días.

Era algo increíble. Pero no le impresionaba. Después de todo, ¿cómo podría alguien no encariñarse de Nyra?

—¿Cómo estás para la clase de hoy?

Lo'ak se sobresaltó en su lugar al oír la voz de la dueña de sus pensamientos. Se giró en su lugar, buscando a la recién llegada, y no pudo evitar sonreír cuando sus miradas se cruzaron.

—¿Por qué te ves tan sorprendido de verme? — rió la fémina, subiendo a la piedra luego de deshacer su vínculo con Lynx—. Paso más tiempo aquí del que te imaginas, así que el intruso eres tú.

—Justo estaba pensando en ti — respondió Lo'ak, siendo directo. No apartó su mirada de la mujer, por lo que pudo apreciar el pequeño y disimulado rubor que apareció en sus mejillas luego de oír las palabras ajenas.

—Cosas buenas, espero — exclamó la mujer, riendo con timidez. Las palabras de su amigo le avergonzaron y le tomaron por sorpresa, sin duda alguna.

—Jamás podría pensar algo malo de ti.

La mujer bajó su mirada a sus manos, mientras jugaba nerviosamente con ellas. Por alguna razón, la mirada intensa de Lo'ak le intimidaba. Luego de lo sucedido la noche anterior, sentía que la atmósfera entre ellos había cambiado: no de una manera negativa, por supuesto; no se sentía en lo absoluto incómoda. Simplemente... había cambiado. Y no sabía distinguir en qué.

No supo responder.

—Estaba practicando mi respiración — comentó Lo'ak, invitando a Nyra a sentarse a su lado, a lo que ella accedió—. No pretendo robarte tiempo en esto sabiendo que tienes cosas más importantes que hacer.

Aunque no podía negar que quería demorar un poco más en aprender, para poder pasar más tiempo a su lado...

Antes de que la fémina le regañara, continuó hablando.

—Creo que al fin lo conseguí — exclamó, sonriendo.

Nyra sonrió ampliamente, por lo que se levantó de su lugar, y tironeó de la mano de su amigo para invitarle al océano que les rodeaba.

—¿Y qué esperas? ¡Vamos a nadar! — exclamó, emocionada. Sabía lo que esto significaba para Lo'ak, por lo que no podía evitar sentirse alegre por su logro.

DREAM OF YOUWhere stories live. Discover now