Capítulo 26

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17 de abril de 2003

POV DIEGO GARCIA.

No entiendo a las mujeres, de verdad que no las entiendo.

Desde hoy a la tarde que se les ocurrió tratarnos mal no paran de atacarnos. Está bien un poco de joda, nosotros siempre le hinchamos las bolas, pero esta vez se están pasando.

Al volver al hotel nos dieron dos horas libres. Más tarde teníamos la cena por pascuas en la casa de Yair. En realidad hoy es jueves pero acá en Israel las pascuas comienzan a festejarse a partir de este día por lo que tengo entendido. En Argentina es como más comercial porque del jueves al domingo son días libres para que puedas ir de vacaciones a algún lado. Acá es todo mucho más religioso.

Como no tenía ganas de estar con nadie, decidí tirarme en mi cama a descansar. Los demás estaban jugando a la play en la sala de juegos, yo no quería hacer absolutamente nada, quería estar al pedo mirando el techo.

Me quedé pensando en la discusión con las chicas. Jazmín me gritó horrible, no me gustó para nada y que haya sido en frente de los demás me jodió el doble.

No me iba a quedar con la bronca que tenía así que fui hasta su cuarto. Me abrió Mica.

- ¿Qué querés? — preguntó de mala gana.

- Hablar con Jaz.

- No está.

- Mica no jodas, no te hice nada, déjame pasar por favor.

Ella accedió y yo entre. Jazmín estaba sentada en su cama haciendo un crucigrama.

- ¿Podemos hablar? — le pregunte. Ella no respondió — Jazmín no seas chiquilina, ¿Podemos aclarar las cosas?

- Mica ándate, yo me arreglo — le dijo a su amiga y esta obedeció — ¿De qué querés hablar? No hay nada de qué hablar.

- Si hay de qué hablar, no te hagas la tonta. ¿Qué te hice para que me trates tan mal? ¿Hice algo que te molesto? Si es así decímelo y lo arreglo, pero no me trates así, no me gusta. Y tampoco me gusta que me grites así como lo hiciste e frente de todos, te fuiste a la mierda.

Jazmín estaba callada, no decía nada, no se movía, no me miraba. Nada.

Yo, impaciente, esperaba que me dijera algo, que me puteara o algo pero que me responda.

- ¿No vas a decir nada? ¿Ni siquiera me vas a pedir perdón? — dije. Ella seguía sin responder esquivándome la mirada — Bueno cuando se te pase tu berrinche de nena de dos años, háblame.

Me levante de la cama dispuesto a irme pero ella habló.

- Espera, no te vayas

- Me voy a ir igual, ahora soy yo el que no quiere hablar con vos — di media vuelta y salí de la habitación dando un portazo.

Mica, quien estaba sentada en el pasillo al lado de la puerta, me miró preocupada. Rápidamente entró a su cuarto para ver qué es lo que había pasado.

Yo estaba enojado, muy enojado, furioso. No podía entender como Jazmín podía ser tan inmadura a veces. Las cosas se solucionan hablando pero se ve que es algo que ella no entiende todavía.

Entre a mi cuarto cerrando la puerta de un portazo, otra vez. Necesitaba ducharme para que se me vaya el mal humor que tenía encima.

Al terminar me cambié y fui para el playroom. Ya no seguía tan enojado como antes, más bien estaba molesto.

- Uy, otro más que discutió con su chica — habló el Negro cuando me vio.

- ¿Qué pasó Dieguito? — preguntó Piru.

Rebelde Way en IsraelWhere stories live. Discover now