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La chica morena colgaba de su brazo, mientras mantenían una animada conversación sobre los planes de esa noche y observaban todos los locales a su alrededor en busca de algún snack, lo cual era la principal razón por la que habían salido de casa.

-¡Espera!-Frenó la pelirroja en seco y dirigió sus hermosos orbes hacia la heladería que estaba cruzando la calle. El peliazul la miró con gesto severo mientras negaba con la cabeza.

-No, Toddy, recién saliste del resfriado, no quiero que te vuelvas a enfermar.-La chica hizo un pequeño puchero y se negó a seguir avanzando.

-¡Pero es solo un poco!-Replicó y Bon tuvo que aguantar la risa por aquel tono aniñado que había usado.-Por favor.-Exclamó alargando la última "o" y Bon suspiró resignado.

-Si te enfermas no seré yo quien te persiga rogándote por que favor dejes que te pongan las inyecciones como la última vez.-La pelirroja le enseñó la lengua y dirigió sus pasos hasta el local pintado de lila. Bon le siguió por detrás con una leve sonrisa en su rostro.

Llevaba más de 5 años de relación con Toddy, era una chica espléndida y llena de cualidades, además de poseer un atractivo físico digno de admirar, Bon solía decir que su rostro parecía casi angelical, pero los dos sabían que sus ojos jamás habían brillado en rosa al verse. A pesar de que ambos se querían y estaban acostumbrados a pasar tiempo juntos, estaban al tanto de que no eran almas gemelas.

Estaba seguro de que cualquier persona podría enamorarse de esa pelirroja con sonrisa perfecta, pero ese no era su caso, a pesar de llevar tanto tiempo de relación y que se esforzara en amarla, no lo lograba, y sabía que aunque no lo admitiera, la ella sentía lo mismo. El amor entre ellos era diferente al romántico.

La camapanilla resonó haciendo que el chico que atiende girase su cabeza y observase como la pareja caminaba hacia el mostrador. Era alto y pelirrojo, su porte era casi intimidante, pero su semblante parecía amigable y se suavizó aún más al momento de hablar.

-Buenos días.-Les sonrió. Bon no pudo pasar por alto las pecas que adornaban su rostro.-En un minuto viene mi compañero a atenderlos.-El pelirrojo se retiró dejando a los dos chicos de pie, esperando a que su orden fuese tomada.


Poco pasó hasta que otro chico, de cabello morado y complexión delgada salió por la puerta que se encontraba detrás del mostrador, con los brazos detrás de la espalda y la mirada agachada.

-Disculpen la demora.-Se dirigió a la pareja sin levantar la cabeza, pues aún estaba amarrando el delantal que por norma de aquella heladería debía usar.-¿Qué gustan tomar?-Toddy sonrió en grande.

-¡Uno de chocolate!-El chico asintió  con la cabeza e inmediatamente dirigió toda su atención a la chica, explicándole sobre las distintas presentaciones que tenían de ese sabor. Bon se perdió en sus propios pensamientos, observando los gestos y leves sonrisas del pelimorado, totalmente hipnotizado por el contraste que hacía su piel pálida con sus ojos rubí. Sabía perfectamente el precio y tamaño de todas las cosas que habían en ese lugar, así que el peliazul comenzó a divagar sacando teorías sobre el tiempo que el chico llevaba trabajando en aquel local. Observó como servía el helado que su novia había solicitado, con mucha calma y delicadeza hasta que giró su cabeza hacia él.

-¿A ti qué te sirvo?-En ese momento fue que sus ojos se conectaron por primera vez en todo ese rato. Bon sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo. Desde sus pies a su cabeza, era como si el tiempo se hubiera detenido y todo lo que podía hacer era observar al chico, sin poder siquiera moverse. Así fue por unos segundos hasta que se percató que los ojos del chico frente a él centellaban en rosa brillante. No podía pensar en nada más y la sensación de que el mundo había dejado de girar y solo eran ellos dos no se detenía. Sus miradas se negaban a despegarse.

-¿Bon?-La suave voz de su pareja fue lo único que logró romper el hechizo de ese momento, quien le miraba con un leve gesto de sorpresa y confusión dibujado en su rostro. No sabía como reaccionar, y dándole una última mirada al pelimorado salió corriendo de aquel lugar, ni siquiera le importó dejar a Toddy atrás.

¿Qué mierda acababa de pasar? 



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Hola, hola. Les presento mi historia favorita de todos los tiempos.

Por cierto, es una adaptación... Adaptación de mi propia historia, yo la escribí JAJA, pero no está de más aclararlo. Si estuvieron en el fandom de karmaland 4 y les gusta el luzuplay quizás la llegaron a leer...

¡Espero les guste! 

PD: Quizás Toddy está muy fuera de personaje, pero debe ser así.

𝚛𝚘𝚜𝚊 𝚙𝚊𝚜𝚝𝚎𝚕 || 𝚋𝚘𝚗𝚡𝚋𝚘𝚗𝚗𝚒𝚎Where stories live. Discover now