Capítulo 10

41 11 0
                                    

Ya ha pasado un tiempo desde que llegaste a este mundo. Maldito mentiroso, si no fueras tan cobarde para huir de tus problemas. No estarías aquí mismo, deja que las manos te arranquen y te arrastren hasta lo más profundo del paso llamado realidad.

(. . .)

Mientras que era jalado por unas manos que me intentaban sofocar, tomaron mi mano nuevamente. La chica me había jalado hacia arriba levantándome para evitar ahogarme, me vio a los ojos y me abrazo. Todo desvaneció y estaba en la habitación negra, me senté un rato a leer un libro que saqué de la estantería la cual estaba llena de tomos que aún tenía que ver. Viendo uno tras uno, me di cuenta de que contaban la historia de una tierra mágica llamada cronos. En la cual la humanidad evoluciono de una manera distinta, tanto así que llego a vincularse con los dioses.

-Te has cansado de vivir una mentira ¿Verdad hipócrita? -

Di la vuelta mientras leía, no vi a nadie alrededor de la habitación. Observe en frente de la cama, estaba el ave crucificada. Esta estaba inmóvil, su cuerpo sin vida estaba inmóvil.

- ¿YA TE CANSASTE DE ESTA MENTIRA? -

Retorció su cuello hacia mi mientras que larvas caían de su putrefacto cuerpo, termino arrancándose las extremidades para zafarte del crucifijo y arrastrarse derramando viseras y partes alrededor del camino.

-Escúchame, sueñas con un mundo perfecto, sueñas con el universo completando tu voluntad. Huyes de tus problemas como el cobarde que eres, deja de huir. . . Me tienes aquí, me tienes aquí. . . AYUDA-

Lo aplasté con un bate inmediatamente y seguí golpeándolo sin detenerme despedazando su cuerpo y haciéndolo trizas, manchando mi ropa y el resto del piso en sangre seca. El ave aún se retorcía y gritaba de dolor, los aullidos se hacían más agudos. Pateándolo hacia una pared en la cual impacto mientras que su cuerpo machacado se deslizaba por la pared, cayéndose al suelo. Estaba agitado, respirando muy hondo, empezó a toser y me quede sentado en el suelo de rodillas, el horrible olor a putrefacción que se olía me hizo vomitar. Observando el cadáver del cuervo, sus viseras, sus partes. Cuando intenté tomarlo para votarlo a la basura este empezó a gritar nuevamente así que le di un último golpe terminando así por fin con su vida.

En eso las carcajadas que en mis oídos rezumbaban, se vuelven en aplaudidos de felicitaciones. Todos los ojos que me veían alrededor, se convirtieron en manos putrefactas. Que hacían ruido, dirigiéndose a mi como un torbellino de oscuridad que me sostuvo en el aire. Sentándome en la cama, y pidiendo que me vaya a dormir. Era hora de hacer lo que ellos me pedían, lo que aquellas voces susurrantes relatan las verdades de los hombres que buscan esconder la mentira.

(. . .)

Mis ojos fueron abiertos por un segundo, la habitación era hermosa. Una impecabilidad increíble, las sábanas blancas y el aire helado. El mejor momento para relajarse, dormir un rato y descansar. La luz no dé me dejaba ver el resto del lugar, solo podía cerrar los ojos y escuchar. Mejorar el resto de mis sentidos siempre ayuda a distraerme de aquel pacifico sitio. La puerta se abrió en un sonido chillante, se escuchaba la voz de una chica.

- "Lamento haber llegado tarde, no sé cómo puedo considerarme alguien si quiera especial para ti si no paso todo el tiempo cuidándote de ti mientras que estas en esta situación. ¿Soy una mala persona verdad? Ni si quiera ser porque estoy hablando sola, necesito que despiertes. No puedes quedarte así, yo te amo. Se que solo ha pasado menos de dos días, pero aun así te necesito. La pasaste mal, muy mal, debí estar allí para ti y ahora mírate. Yo lo siento, por favor espero que regreses a mí. Así podemos seguir jugando, miraremos las series que te gusten, todo juntos. Podemos hacerlo de nuevo, solo tú y yo. . . no me abandones. . ."-

ShimekiriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora