Contacto Hostil

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En una sala medio a oscuras podían observarse a dos personas en silencio, vigilando las pantallas que mostraban una zona del espacio alrededor del planeta en pequeño puntos rojos, señalando cualquier contacto con su respectiva tarjeta de identificación, desde un buque carguero, hasta una simple asteroide, el trabajo era aburrido y monótono, pero era trabajo y tenía que hacerse, sobre todo cuando se habitaba en el borde exterior

- Es la misma historia todos los días - murmuró uno de los dos presentes viendo como su pantalla estaba quieta sin mostrar nada, solo parpadeando

- ¿Ni si quiera un carguero? - pregunto su compañero sin mucho interés de girarse

- Nada, solo meteoritos, meteoritos por todos lados, meteorito para ti, meteorito para tu familia, meteorito para tu abuela y para todos tus antepasados - dijo con cierta tristeza en su voz el hombre

- Si, sabes en vez de llamarnos la Ascendencia Chiss, deberíamos de cambiar el nombre por El Imperio de los asteroides - exclamó su compañero con tono de voz solemne

Pero su intento de chiste fue respondido un gruñido de molestia, por lo que se callo y siguió revisando su pantalla, el pitido suave de un radar los acompañaba, que indicaba cualquier cosa que estuviera acercándose al planeta, aunque el aparato estaba tan muerto de aburrimiento como ellos

- Oyeeeee... - el hombre murmuró de nuevo a su compañero

- ¿Que? - le respondió secamente su compañero, sin muchos ánimos

- ¿Te acuerdas de esa cantina que te mencioné? - ambos hombres se giraron casi al mismo tiempo para poder mirarse de frente

- Si, fuimos el fin de semana por unos tragos y... - el sujeto se detuvo y miro a su compañero con cierto aire de confusión

- Vamos al bar, bebemos y regresamos, una aventura de 20 minutos, nadie notará nuestra ausencia - dijo el hombre

- Por favor viejo, estamos trabajando, si ven que no estamos nos despiden, fin del asunto - rezongo su compañero

- Tonterías, han pasado dos horas desde la última inspección, pasarán otras dos antes que vuelvan - declaro su amigo

- Es peligroso - respondió el otro, pero había vacilación en su voz

- Y emocionante, 30 minutos, si nos pasamos de ese tiempo puedes golpearme la cara - el hombre se dió una palmadita en su mejilla izquierda

Su compañero estuvo en silencio un minuto, miro la pantalla, luego a su amigo y le apunto con el dedo índice, como si lo estuviera acusando

- 30 minutos - recalcó

- 30 minutos ni más ni menos - respondió su amigo

Ambos se levantaron, se acercaron a la puerta, asegurándose que no eran vistos, tomaron sus abrigos para el frío exterior, y salieron de la sala cuidando de no hacer ruido con la puerta.
Paso al menos un par de minutos antes que una de las pantallas mostrará un centenar de objetos, que a primera instancia fueron clasificados como "meteoritos" pero a media que se acercaban y pasaban frente a satélites y sensores, la pantalla pasaba de clasificarlos cómo asteroides a naves, de naves a chatarra, de chatarra a desconocido, no había datos que la computadora pudiera obtener y eso volvía loca a la computadora, hasta el punto que unos diez minutos después de que ambos sujetos se fueran la computadora empezó a soltar fuertes pitidos de alarma, que se hubieran ampliado con solo presionar un botón

2 horas después del primer contacto

El ataque fue, sobre todo, inesperado y violento, nada pudo preparar a los Chiss para lo que los azotó, criaturas violentas, de piel verde, de distintos tamaños disparando de un lado a otro, armados incluso con armas cuerpo a cuerpo obsoletas, hachas y espadas, incluso misiles atados a un poste, no tenían un armamento estándar, sus armaduras eran placas de metal oxidado soldado una sobre la otra

Fue un desastre

Las fuerzas de defensa del planeta, las falanges fueron aplastadas en múltiples frentes mientras el enemigo atacaba sin consideración hacia si mismo las defensas del planeta, pasando campos minados en oleadas de seres de pequeña envergadura que morían entre las explosiones para dejar paso a las criaturas más grandes, las fortalezas hechas para disuadir ataques enemigos, sufrían los ataques más duros de parte de este enemigo

Masacrando sin piedad alguna a los defensores y civiles que se ponían en su camino, los chiss vieron horrorizados cómo estos seres desplegaban máquinas de guerra de gran tamaño, de aspecto rústico y oxidado, pero que funcionaban  y esto desconcertó a los chiss, los horrorizo al ver cómo surgen del suelo con enormes excavadoras, detrás de las líneas de trincheras que habían montado, y cuando pensaban que la situación estaba bajo control, lanzaban a sus tropas por el aire hacia ellos, muchos morían al impactar contra el suelo, otros no, estos últimos se levantaban de nuevo y se ponían a luchar ferozmente sin importarle si integridad

Criaturas rechonchas corrían de un lado para cargadas de explosivos, explotando en medio de las defensas, grandes bestias cuadrúpedas, en cuya espalda llevaban más de estas criaturas de piel verde y armas, que eran usadas contra los defensores, caminantes, que eran latas con patas y sierras oxidadas, corrían por ahí descuartizando a sus enemigos

Los chiss estaban desesperados, la mitad del planeta estaba perdido, la otra mitad sitiado, y las criaturas no dejaban de gritar su incesante grito de guerra
¡WAAAGH!

Necesitaban ayuda

Star wars: la Cruzada BlancaWhere stories live. Discover now