Star wars: la Cruzada Blanca

Guerra en el Este (Parte 1)

En el este del dominio, al mismo tiempo que Tartessos era asediada por las fuerzas separatistas, ocurrí una de las guerras más grandes que hasta ahora habían ocurrido en el dominio, normalmente conocida como Guerra del Este, también se le conoció por otro nombre "La Guerra del vacío" 

Los Skaven, como habían empezado a llamar a los hombres ratas, desplegaron enormes flotas, consistiendo en rocas y armazones de hierro, propulsados por rudimentarios motores y con un primitivo pero efectivo salto warp, lo barato de estas naves permitía a las ratas construir docenas de estas naves, siempre que hubiera rocas a su disposición

La Batalla del sistema solar Raykor se dio en visperas de la batalla de Tartessos, cuando una flota Vong que avanzaba hacia los mundos civilizados del núcleo, fueron asaltados por una flota skaven, superados en numero casi 10 a 1, los vong se vieron obligados a replegarse, en dirección opuesta de donde habían venido, solo para encontrarse de frente a la flota tiranida con la cual establecieron contacto hostil de inmediato, en un combate de un día, mientras trataban de escapar

Cuando los Vong se dieron a la fuga, los Tiranidos se dirigieron hacia la flota skaven, que comenzó un cruel combate, usando sus naves como proyectiles para destruir a los leviatanes de la flota tiranida, que al no tener información de este enemigo, era abrumado por sus tácticas suicidas, siendo capaces las ratas de casi llegar a matar a la reina del enjambre, si no fuera por la intervención del Waagh de la bestia, que ataco ambas fuerzas 

La batalla llego a ser tan cruel, que los almirantes de la armada imperial, mantuvieron la distancia con ese campo de muerte, que pronto lleno las inmediaciones del sistema con las carcasas vacías de las naves Skaven, orkaz y los bio naves tiranidas

Acabando como una masacre unilateral, Raykor duro 21 días, y los tiranidos se desplegaron hacia un mundo fortaleza, Acropolis, 10 mil millones de habitantes, especializados en una guerra de asedio, y en defensas formidables, en vez de ataques rápidos para capturar fortalezas, la guardia imperial y las FDP de Acropolis, se encerraron sus mundos fortalezas, hasta que las fuerzas tiranidas empezaron desembarcar 

Fue cuando los Skaven y orkos hicieron su aparición, desembarcando sus fuerzas, las cuatro fuerzas, opuestas una a la otra, se lanzaron a la masacre, el kaudillo orko, hizo su aparición, de 12 metros, con una silueta mas humana que orka, una armadura adaptada a su cuerpo, y con un enorme hacha, se lanzaba al combate masacrando formaciones enteras de skaven, tiranidos y regimientos de la guardia imperial

Se volvió el objetivo de todos los bandos, los skaven, deseosos de tener el poder del orko, empezaron a capturar, diseccionar, y coser extremidades, de orkoz a sus semejantes, volviéndolos bestias aberrantes, las Ratas Orkaz, que en un frenesí salvaje se lanzaban al combate contra los orkos, tiranidos y la guardia, los mismos orkos, se vieron emocionados por el combate, y pronto se dejo en claro que el tiempo que el Waagh estuvo inactivo no significaba que habían estado ociosos

Enormes pieles verdes, pequeñas versiones del Kaudillo, los orkoz negros, avanzaron con sus armas, destrozando lineas de trincheras y fortalezas humanas, aplastando cráneos y rompiendo espaldas de skaven, y volviendo papilla a las formas de guerra tiranidas más peligrosas

Los mismos tiranidos empezaron a usar todo su potencial adaptativo, desplegando sus mejores aberraciones, desde la guardia tiranida, guerreros tiranidos, hasta señores del enjambre, e insignificantes termagantes, causando daños en las defensas, entrando en las ciudades fortaleza, masacrando a incontables ciudadanos del imperio

 Pero, incluso con esto, las cosas empeoraron, cuando los skaven empezaron a aterrizar sus naves más pequeñas, y modificarlas hasta el punto que se volvieron gigantescos tanques de 300 metros de largo, con enormes piezas de artillería, avanzando contra sus enemigos, la situación de la guardia era desesperada, y todo parecía indicar una derrota