CAPITULO-3-Union

1 0 0
                                    

Al no haber tecnología teníamos que tener otras formas de entretenernos y ya que teníamos que permanecer en los departamentos decidimos unir nuestras cosas para formar artefactos o cosas que nos ayuden a sobrevivir, entre las tablas abandonadas y la tierra con la que íbamos a decorar nuestra casa, construimos un pequeño huerto donde plantamos zanahoria, papas, papayas y calabacines.

Designamos casas para tener una organización, las dos últimas serían de almacenamiento, las dos primeras serian de fabricación y laboratorio, debido a que teníamos muchos aparatos que habían desechado ya que un vecino siempre las guardaba, también teníamos frascos y material de laboratorio para hacer medicina con plantas medicinales que también plantamos como áloe, hojas de menta entre otras, afortunadamente una de nuestros vecinos era maestra de universidad, nos estuvo enseñando por separado primero primaria para mi hermana y los otros dos niños, después preparatoria para que yo pueda seguir aprendiendo, establecimos horarios escolares, horarios para el desayuno, almuerzo, comida y cena.

Sacamos una mesa grande al patio y ahí todos comíamos con los recursos que teníamos, dentro de todo el apocalipsis estábamos viviendo bastante normal, aunque hay cosas que nunca se olvidan, de vez en cuando mi madre y algunos de mis vecinos lloraban ya que no soportaban el hecho de que ya no podrían ver a sus familiares nunca más, hasta que un día en la radio escuchamos una voz que decía -hola, hola, alguien me escucha soy Alexandra, repito me escuchan?- mi mamá salto de alegría, la voz era de mi prima de estados unidos, afortunadamente logró dar con nosotros y nuestra frecuencia, los demás vecinos al escuchar esto trataron de contactar a sus familiares por medio de la radio pero no tuvieron suerte.

Esto entristeció a nuestros vecinos, nosotros tratamos de ayudarlos, pero estaban enojados porque nosotros aun teníamos familiares vivos y ellos pensaban que los suyos no, durante varias semanas no querían hablar con nosotros, la maestra no quería enseñarme ni a mí ni a mi hermana, ya no comíamos juntos cada quien comíamos por su cuenta y con sus propia comida, nos habíamos separado, sé que es una razón muy tonta pero cada quien tiene maneras diferentes de afrontar la pérdida de algún familiar, si es que están muertos, continuamos así por varias semanas hasta que dije ya es suficiente los convoque a todos al patio, una vez que estaban todos no les dije lo que querían oír, les dije lo que necesitaban escuchar, -sé que es difícil afrontar las perdidas familiares, es difícil saber que algún ser amado ya no está con nosotros pero no es momento de lamentos, el mundo tal y como lo conocíamos se había destruido, y ahora les digo de verdad sus familiares querían que cada quien se fuera por su cuenta y que sobrevivieran solos en este mundo?, sé que creen que lo digo porque aún tengo familiares vivos pero solo sé que solamente tengo 3 familiares vivos de todos los que tenía ya que no se si están muertos o están vivos pero no pueden comunicarse, esto mismo puede pasar con sus familiares así que no se sientan así aún debe de haber familiares de ustedes que estén vivos- después de escuchar esto hubo silencio, de la nada empezaron a aplaudir y se abrazaron entre sí y se pidieron disculpas, bien se dice que la verdad es mejor que la mentira, con esto lo compruebo.

Todo regreso a la normalidad comíamos juntos íbamos a clases, todo se había arreglado, pero ahora teníamos otro problema, nos estábamos quedando sin recursos y el huerto no daba los suficientes vegetales así que tuvimos que salir al mundo externo, llego la hora de dejar el refugio y ver el nuevo mundo. 

Pero antes de eso teníamos que crear un sistema, el cual nos permitiría salir sin hacer ruido para no alertar a los tradadores, para esto no podíamos abrir la puerta principal ya que los engranajes rechinaban cada vez que la abríamos, esto sería malo para nosotros, entonces recordamos el hoyo en la pared, un hoyo del tamaño de un niño de 7 años el cual solo lo tapamos con madera vieja y daba justo hacia la calle principal, ya teníamos una salida y una entrada, ahora necesitamos aislar el refugio por arriba ya que debido a la barda que delimitaba nuestra zona los sonidos se podrían escuchar, siempre hablábamos susurrando y cuando escuchábamos ruido hablábamos por lenguaje de señas, aunque esto estaba bien todos teníamos necesidades de hablar sin que nos diera miedo, así que juntamos varias lonas de camping que teníamos e hicimos un domo que logro cubrir la parte que más utilizábamos, esto no fue fácil, tuvimos que movernos sigilosamente para hacer el mínimo de ruido posible, mientras la amarrábamos pasaron varios trabadores cerca, no fue una sola vez sino como 4 veces que paso pero al final lo logramos, ya con todo esto listo, se llegó la hora de salir del nido. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 21, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un Hogar-el principio del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora