Capitulo 2: Un Barista de varios rostros

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Rara era la ocasión en que Rei iba con Ryu, y más raro era que esas dos veces fueron seguidas. Lo que hacía la diferencia  era que Kazuki no  estaba a su lado.

Rei entro a la cafetería, con el cigarro encendido y con la actitud que hacía creer que cargaba con una posible anhedonia. Se sentó y espero a que Ryu le entregara la información y la mitad del pago. Dos paquetes fueron puestos en la barra al igual que un usb de plástico plateado. Ryu se acomodó el armazón de los lentes, el reflejo de ellos dieron un destello y junto a su voz profunda hicieron que Rei alzará a verlo.

— La información esta acá, la mitad del pago es esto.

— Sí... Kazuki dice que ese dinero...

Y antes de que pudiera completar el recado fue interrumpido por Kyu.

— Lo de siempre. Nunca se rinde — abrió el gabinete y deposito un poco más de la cantidad destinada para esa persona  — Y bien, ¿por qué te ha enviado a ti? ¿Problemas con la muñeca?

— Sí — expulsó un poco de humo y de nuevo bajo la mirada.

Rei era de pocas palabras y de todas formas la relación con Kyu no se extendía hacia algo fuera de lo "laboral". En sus recuerdos sólo podía reproducir como en esa mañana Kazuki hizo más de una maroma para llevar a Miri al doctor. Su hija amaneció con un gran malestar estomacal y Kazuki no sabia que hacer, él tampoco sabía como actuar, sin embargo, se quedo inmóvil, pensando que sería inútil y cargado para Kazuki lidiar con ambos, lo mínimo era ir con Ryu en su lugar.

Quedo en silencio, tomó el USB y los dos sobres, guardandolo en las bolsas de su chaqueta azul.

— No voy a pedir alguna explicación del porqué la conservaron.

Rei siguió fumando.

— Espero que su cuidado no interfiera en el trabajo.

— No lo hará.

— Lo sé. Teniéndote cerca se supone que el resultado sea prolijo — Kyu tomó un vaso y comenzó a secarlo — Pero sus últimos encargos fueron...

— No volverá a pasar

El primer cigarro fue acabado y siguió por el segundo. Sacó la cajetilla, a la vez se levantó del asiento sin mirar a Ryu.

— Cuídate.

Rei solo escucho y salió, siguiéndo el resto del día jugando videojuegos y fumando hasta que la presencia alegre de Kazuki y Miri extinguieron la tranquilidad del momento. La niña salió corriendo hacia los brazos de Rei, corrió tan rápido y dio un salto que tiro el cenicero con el pie, el cigarro en la mano cayó dejando una mancha negra en el suelo.

— ¡Miri! ¡no saltes de esa manera! Y tú, no fumes enfrente de Miri.

— ¡Sí!

— Sí

Kazuki deposito  varias bolsas con productos comentibles y medicamento para Miri  en la cocina y contemplo el desorden generado el doble por los dos. Habían varias cosas que hacer y Kazuki solo tenía dos manos, pero habían dos más que debían hacerse cargo . Fue así como Rei y Miri, cada quien con un pañuelo en la cabeza y cubre bocas, comenzaron hacerse cargo de su propio desastre mientras Kazuki preparaba la cena.

Cena que solo el propio Kazuki disfrutó, el paladar dulce reinaba en Miri y Rei.

Paso el tiempo y Miri miraba atenta, bailando e imitando la coreografía de ese gracioso show infantil sobre vegetales. Un contraste desigual entre lo que hacían  Rei y Kazuki.

— Jum, entonces debemos fingir ser nuevos clientes de ese club nocturno. Ya tenemos una tarjeta de socios falsa, eso solo de acercarnos al proxeneta — Kazuki cerró la laptop y estiro los brazos, el cansancio ya era evidente — Por cierto, ¿cómo te fue con Ryu?

Rei al escuchar la pregunta recordó que aún mantenía los sobres en su chaqueta.

— Bien — sacó los sobres  y entregó el de menor volumen a Kazuki.

Él lo recibió, abriéndolo en ese momento cuando se sorprendió.

– ¿Una nota de Ryu?

Rei || REIKAZU || BUDDY DADDIES Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz