Viendo las Estrellas [Hailee Steinfeld y Tú]

016

Me quedé totalmente sorprendida, no me esperaba para nada todas esas hermosas palabras de Hailee, jamás iba a creer que yo le gustaba y mucho menos que quería ser mi novia. No podía borrar la sonrisa de mi rostro, ahora mismo estaba viviendo un sueño del cual no quería despertar jamás. Veía sus ojos, los cuales brillaban como nunca. Estaba por responder, pero mi teléfono no dejaba de sonar y vibrar, estaba recibiendo miles de mensajes. Chequee mi teléfono y tenía mensajes y llamadas perdidas de Krista. Al ver los mensajes, mi corazón se frenó, mi alma salió de mi cuerpo.

Rápidamente tome las pocas cosas que tenía y me levanté de dónde me encontraba sentada. Mire a Hailee muy preocupada a lo que ella decidio hablar.

- ¿Está todo bien? -Preguntó ella, pude notar su preocupación en el tono de su voz.

- Marcus, algo le pasó -Respondi asustada, a lo que ella se levantó al igual que yo y tomo mi mano, para dirigirnos hacia la cafetería que es donde había visto por última vez a mis amigos.

[...]

La imagen que estaba viendo me dejó paralizada, paramédicos llevándose en una camilla a mi amigo, Marcus. Krista se encontraba a metros de mí, podía notar como temblaba, no dude ni un segundo en correr hacia ella y envolverla en mis brazos

- ¿Qué sucedió? -Le susurré al oído a mi amiga quien se encontraba llorando en mi cuello. No oí ninguna respuesta de su parte.

- Sólo abrázame... -Respondió minutos después, e hice eso mismo, la apreté un poco más para que se sintiera contenida. Luego, pude sentir la cálida mano de Hailee sobre mi codo, por ende voltee un poco para ver qué era lo que quería.

- Los paramédicos están buscándolas... -Al oírla, Krista se separó de mí y salió de la cafetería, buscando a los supuestos paramédicos. Hailee me miró a los ojos con preocupación y me dijo "Todo estará bien" con solo una mirada, yo le regale una sonrisa, tomé su mano y seguimos a Kris.

[...]

Lo único que escuchaba era el sonido de las ruedas de las camillas, la gente hablando a nuestro alrededor, el vaiven de las puertas que se abrían y cerraban al entrar y salir personas. Y por supuesto, el choque de zapato contra el piso de Krista, quien no dejaba de mover la pierna. Nos encontrábamos hace media hora sentadas en la sala de espera, no teníamos ni una sola noticia de Marcus, lo que nos preocupaba aún más.

- Familiares del joven, Marcus St. James.

Oímos la voz del médico, al escuchar el nombre de Marcus, Krista y yo nos levantamos automáticamente. Nos acercamos hacia el médico y lo seguimos hasta la habitación, antes de entrar nos dió un par de indicaciones, pues, nuestro amigo no se encontraba del todo bien.

- Muy bien, el señor St. James está fuera de peligro, pero aún no despierta, hablenle despacio, él seguramente logre escucharlas. Pero no se alteren, ni lo asusten, el estar mucho tiempo inconsciente puede afectar mucho su corazón. Si se despierta y ustedes se aceleran, lograrán que su corazón se llene de adrenalina, se acelere y puede que tenga un paro cardíaco. Tengan cuidado. Ya pueden pasar.

Asentimos ante todo lo que el médico nos decía, apenas nos dejó entrar, Krista fue la primera en estar junto a Marcus. En silencio, entre detrás de ella, y me senté en una silla que había junto a la camilla, dónde se encontraba el abrigo de mi amigo.

- Me asustaste tonto... Creí que habías muerto -Se oyó como Krista le hablaba con normalidad como si el chico estuviera despierto, yo solo me limitaba a acariciar la mano de el.

- Tienes planeado despertar? Oí que hay una fiesta en la noche, pensé en que quizás querrías ir conmigo. Le habría dicho a T/N, pero bueno, sabes que vive pegada a Haiz. -Seguía hablandole, veia sus ojos llenos de esperanza, ella solo esperaba la respuesta del muchacho.

- Voy a ponerme un vestido rojo que tengo y un blazer blanco que compre hace poco, creí...

- Prefiero el body de encaje negro con los jeans.... -Ambas abrimos los ojos como platos al oir la dulce voz de nuestro amigo quien ahora soltaba una pequeña risa debil. Las dos saltamos a abrazarlo, con cuidado claramente, no queriamos matarlo

- Si no me mata el cáncer, me matan ustedes. -Volvimos a reir junto a nuestro amigo. Hablamos un buen rato con el, le contamos un par de cosas y unos minutos después llegaron los medicos para que segundos más tarde, lo dieran de alta. Básicamente, había estado sin comer y pues, claramente, se había debilitado. Por obvias razones, lo regañamos.

[...]

Ya era de noche, casi las once. Las 22:48 para ser exactos. Me encontraba en casa, sentada en la mesa junto a mis hermanos y padre, corriendo con el tenedor la comida que tenía en el plato. Después de lo que pasó hoy, había perdido el apetito.

- Vas a comer? -Preguntó uno de mis hermanos, Justin, el más grande de ellos.

- Sinceramente, no tengo hambre... Hoy fue un día complicado y perdí el apetito -Respondí sin quitar mi vista del plato. Segundos después, alcé mi vista para mirar a los ojos a Justin.

- Tienes que comer algo, por lo menos come la carne -Hablo nuevamente para señalarme la carne que estaba en mi plato, que hace unos segundos había corrido hacia un costado.

Negué con mi cabeza a lo que había dicho, me levanté de mi asiento, agradecí la comida y me dirigí a mi habitación. Lancé todo mi peso sobre la cama, podía sentir como me hundía. Estaba tan cansada. Luego, me acomode mirando el techo y me dedique a pensar, que hubiese pasado si Marcus no despertaba? Pude haber perdido a mi mejor amigo...

El sonido de que me llegó una notificación me sacó de mis pensamientos. Al revisar que era, no pude evitar sonreír.

Buenas noches Haiz... O mejor dicho, amor.