Trabajo de Pociones

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Lo tenía todo bien planeado; entraría a la clase, vería donde estaba sentado Sirius, y luego caminaría al otro lado del salón para sentarse y así trabajar en cuál sea la poción que les iban a asignar; había escuchado que era algo difícil. Y trabajaría en paz, lejos de. . . lo que sea fue fuera a hacer Sirius.

O bueno, tan fácil como era algún problema con Sirius.

—¡Remus! — gritó Sirius desde donde estaba sentado. —Siéntate conmigo, — pidió, con esa característica sonrisa de él. . . sonrisa a la cual se le era imposible decirle que no.

Remus suspiro y camino hacia su entusiasmado amigo, quien al parecer le había guardado un lugar.

—Escuché que esta poción va a ser algo difícil. . . . Aunque el profesor Slughorn nunca nos ha dejado algo tan difícil de hacer, y si lo hace nos deja tener ayuda de él, así que no nos va a ir mal, — habló Sirius, suponiendo ya que iban a ser pareja de clase.

Y otra vez. . . no podía decirle que no.

Se las arreglaría, haría que Sirius cortara los ingredientes. . . o mejor que tomara medida de cada uno. . . o mejor que los pesara. . . o tal vez lo distraería para poder hacer todo solo.

La clase empezó muy normal, tan normal como podía ser.

El profesor Slughorn empezó a dar instrucciones, James y Peter hablaban animados en el escritorio de enfrente, Snape miraba atentamente al profesor escuchando las instrucciones, una chica de su clase no dejaba de ver a Sirius. . . lo normal.

¿Quién era esa chica? Sí, habían estado siete años en el mismo curso, pero esa chica siempre era tan irrelevante. Siempre mirando a Sirius, siempre coqueteándole, siempre, siempre, siempre.

Y siempre se le olvidaba.

No le había hablado una sola vez, pero la odiaba.

—Bien, Sirius, trae las flores de gimille, yo iré por los cuernos de unicornio. — Al escuchar a su amigo hablar, Sirius se levantó al instante para ir por las cosas que él le había encargado. Remus prendió el fuego para empezar a calentar el caldero y cuando Sirius regreso y le habló un poco se levantó por los cuernos.

Siempre tenía que apurarse, si tardaba más de cinco minutos en ir por sus cosas todos siempre tomaban lo mejor y se iban, eso era lo que siempre le pasaba a James, que siempre estaba demasiado ocupado hablándole a alguien como para pensar en lo suyo.

Por eso mismo era una sorpresa encontrarlo tan. . . ¿rápido?

—Remus, — James habló, —no creo que haya sido buena idea esperar tanto por tus ingredientes, ya se llevaron todos.

—¡¿Qué?! — Remus miro la mesa; donde se suponía que debía de haber unos pocos (muchos) cuernos de unicornio, solo se encontraba un cuerno partido a la mitad, otro pedazo de otro cuerno y. . . polvo.

—Solo fueron dos minutos. . . . — James rio ante eso, —en realidad, amigo, te quedaste hablando con Padfoot un buen rato.

—Claro que no, en cuanto el regreso yo. . . — el castaño dejo de hablar luego de repasar un poco la situación. Sí, James tenía toda la razón, se había quedado hablando con Sirius.

—Voy con el profesor Slughorn, le pediré más cuernos, — y como dijo, Remus empezó a caminar hacia el escritorio de su profesor, donde justo antes de que pudiera acercarse por completo y hablarle, esa chica se puso delante y empezó a hablarle.

Y si bien conocía a su profesor de pociones (no lo conocía), se quedaría hablando así un buen tiempo hasta que a este se le ocurriera dejar la charla. . . aunque para el paso en el que iban estaba más que seguro que sería ella quien cortaría la conversación.

Remus decidió regresar a su escritorio, ver la lista y. . . .

¡Oh sorpresa!

Los cuernos de unicornio eran su primer ingrediente, y el más importante también.

—¿Qué paso con los cuernos? — pregunto su amigo mirándolo con una ceja levantada.

—Ya no hay. . . — empezó a hablar, pero antes de continuar, Sirius le interrumpió, levantándose de la mesa.

—¿Por qué no fuiste con Slughorn? — preguntó, pero antes de recibir una respuesta, este empezó a caminar directo al escritorio de su profesor, donde esa seguía hablándole. En cuanto llego creyó que tendría que esperar a que ella dejara de hablar, pero para su sorpresa ella se fue rápido.

Y luego de unos segundos, a pesar de haber estado totalmente libre antes (ignorando la presencia de esa niña), ahora el escritorio de Slughorn estaba rodeado de muchos chicos, todos esperando hablar con el profesor.

¿Y gracias a quién?

Sirius. Sirius estaba deteniendo la fila.




°°°¡Hola! Este es mi primer Wolfstar en Wattpad, técnicamente tengo otro, pero es un slow burn y vamos por las 11000 palabras y aún no se hablan (literalmente) JAJJAJAJAJA así que podría decirse que soy nueva en esto. Espero les guste de todas formas :) Tengan bello día <3 (por favor ignoren el hecho de que quite una historia para poder publicar esta antes aun cuando puedo cambiarlas de lugar cuando yo quiera, es que simplemente no es el chiste. Yo estoy en contra de cambiar el orden en el que se publicaron las historias JAJAJAJAJA)°°°

•769 palabras•

•19-03-2023•

Mala Suerte |Wolfstar|Where stories live. Discover now