El sol se anunciaba en las faldas visibles del cielo, dando conocer así un día de lucha más para las personas, aquella batalla que implica ganarse el pan de cada día.
Entre las calles sin saberlo nos encontramos con seres de diversos oficios y profesiones, desde un médico hasta un carpintero, un admirable arquitecto o el cajero del supermercado sin embargo hay un trabajo importante del cual muchos no hablan, aquel en donde el ambiente es su prioridad y sin ellos el hecho de reutilizar algún material sería en verdad complicado simplemente sería una actividad desapercibida en la sociedad... Así es, los chatarreros.
Muchos se encuentran deambulando por las calles en sus vehículos dando a conocer su método de compra, muchos otros se establecen en un inmueble, con la finalidad de estar en un lugar en donde las personas les puedan ubicar con mayor facilidad y de ésta manera poder ganarse su clientela; sin embargo, esta vez no queremos conocer la vida global o en masas de dichas personas, sino adentrarnos más en la cotidianidad de uno en especial quien lleva como nombre Hannibal Lecter, un prestigioso médico psiquiatra, quien tras el aburrimiento en su vida repetitiva de paciente tras paciente, decidió empezar en dicho negocio por curiosidad, dando un giro interesante en su realidad.
Quién pensaría que una pregunta lo flecharía, que sus estándares bajarían de tal manera que de veinte centavos al amor, hay solo un paso.
