01 - Encuentro Inesperado

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Entonces, todo llegó a su fin. Los conflictos finalmente habían terminado. Los clanes de Pandora sentían que habían recuperado su paz y tranquilidad. Lamentablemente, muchos de nuestros guerreros habían perdido la vida, incluyendo a nuestro querido Neteyam.

-Lamento no haber podido salvar a mi hermano -habló Loa'k con un tono apesadumbrado.

-Loa'k, ya hemos hablado de esto. No fue tu culpa, amor. Lo importante es que ahora todos estamos juntos y gracias a Eywa, estamos a salvo -dijo Neytiri con un gesto tranquilizador mientras acariciaba la mejilla izquierda de su hijo menor, Loa'k.

-Ahora quiero que todos, de ahora en adelante, estemos juntos y sigamos adelante como una familia, porque... -Todos los miembros de la familia hablaron al unísono, "Los Sully somos uno".

Las olas parecían estar en calma, y el clima prometía un buen día. Las personas salían de sus tiendas, los niños jugaban en la arena, los adultos comenzaban sus tareas diarias, y los jóvenes ayudaban en todo lo que podían. Parecía que todos se estaban recuperando, aunque Loa'k no sentía lo mismo. De repente, una chica se acercó a él, era Tsireya.

Un poco tímida, Tsireya habló:

-Buenos días, Loa'k. Lamento la pérdida de tu hermano. Fue muy triste para todos. ¿Cómo te sientes?

Loa'k trató de mantener la compostura al hablar.

-Aún me duele la partida de mi hermano, pero trato de sentirme mejor. Además, mi familia me necesita y ahora me veo en la obligación de ser el hermano mayor. No pensé que Neteyam se fuera tan pronto.

-Fue triste para todos la pérdida de tu hermano, pero ahora eres uno de nosotros, al igual que tu familia -dijo Tsireya mientras acariciaba suavemente la mejilla de Loa'k.

-¿Quisieras ver a tu hermano una vez más?

Loa'k volteó a verla con admiración en el rostro.

-Te lo agradezco.

Ambos se dirigieron hacia aquel árbol de sus antepasados. Justo antes de sumergirse en el agua, llegaron Kiri y Tuk.

-¡Esperen! -gritó Tuk con las manos levantadas.

Entre sonrisas, Tsireya dijo: -Creí que a tus hermanos también les gustaría la idea.

-Pero, Kiri, tú...

-Ahh... Tranquilo, Loa'k, yo solo los acompañaré. No se preocupen por mí, ¿está bien? -

Luego, llamaron a sus Ilu's y comenzaron a sumergirse en el agua. Finalmente, llegaron a aquel árbol y empezaron a nadar hacia él. Todos se miraron entre sí. Kiri, con señales, dijo:

-Iré a explorar por ahí. Los veo luego.

Cada uno sacó su trenza y estableció la conexión con aquel árbol. Después de un trance, Loa'k pudo ver a su hermano mayor, Neteyam, aterrizando con su ikran hacia él.

-¡Hey Bro! -dijo Loa'k, corriendo para darle un abrazo fuerte.

Neteyam bajó de su ikran y fue directamente hacia Loa'k. Loa'k lo abrazó fuertemente.

-Hermano, no sabes cuánta falta me haces. Realmente me falta aprender mucho de ti. En serio, lamento todo lo que dije antes, de verdad no quise...

Neteyam cortó las palabras poniendo su mano en el hombro de su querido hermano menor, Loa'k.

-Hermano, estoy bien. Crecimos juntos y, a pesar de ser el hermano mayor, aprendí mucho de ti. Sé que papá está orgulloso de tener un hijo como tú, y yo estoy orgulloso de tener un hermano como tú.

Loa'k levantó la mirada con una sonrisa y dijo: -Lo sé, papá también está orgulloso de ti. Te extrañamos, yo, mamá, Kiri, Tuk.

-Es bueno saber que todos están bien. Hermano, no me extrañes mucho, sabes que siempre estaré ahí con ustedes.

Fue mi culpa, si no fuera por mí, Neteyam aún seguiría con vida. Tal vez debí ser yo y no él...

Loa'k realmente sentía un resentimiento y culpa profunda, pero no era su culpa, solo sus pensamientos eran más fuertes. Probablemente nadie lo haría cambiar de opinión, a no ser que el propio Neteyam se lo dijera.

Pero él ahora solo era un recuerdo.

-¿Todo bien, Bro? -Neteyam tocó el hombro de Loa'k.

Loa'k se aclaró la garganta. -Sí, todo bien, descuida.

Loa'k, Loa'k! Loa'k! Sus amigos gritaban desesperadamente mientras intentaban desconectarlo. El Tsaheylu de Loa'k estaba tan profundamente conectado que parecía imposible separarlo.

"No puedo desconectarlo", murmuró Kiri, su voz llena de preocupación. "Su Tsaheylu está demasiado conectado".

Los minutos se hicieron eternos mientras Loa'k seguía inmóvil, perdiendo valioso oxígeno en su lucha en el trance.

Kiri, desesperada, conectó su trenza al árbol ancestral y cerró los ojos en un intento desesperado por encontrar una solución. Mientras estaba en trance, vio a Loa'k atrapado entre enredaderas y raíces retorcidas que parecían tenerlo prisionero.

¿Eywa había aceptado su petición? ¿Había alguna forma de salvar a Loa'k de esta situación desesperada?

En ese momento, Tsireya y Tuk aparecieron, corriendo hacia ellos. Ambos intentaron ayudar, jalar el cuerpo de Loa'k hacia un lugar que parecía ser la salida, pero la tensión en el ambiente era palpable.

Kiri, aún en trance, gritó con todas sus fuerzas: "Poderosa madre Eywa, por favor, no te lleves a mi hermano. Poderosa Madre Eywa, ayúdanos a salir de aquí, por favor te lo suplico, devuelve a mi hermano a la vida".

Una luz brillante inundó el espacio, cegando a todos los presentes. ¿Había respondido Eywa a su súplica?

Cuando la luz finalmente se desvaneció, todos salieron del trance a salvo. Los corazones latían con alivio mientras lograban recuperar a Loa'k.

-¡Tengo a Loa'k! -¡Tengo a Loa'k!

Tsireya y Tuk gritaron al unísono mientras salían al arrecife, sosteniendo a Loa'k entre sus brazos. Kiri, todavía aturdida por la experiencia, subió al arrecife tras ellas, llevando consigo un cuerpo en brazos. Volteó a ver a sus amigos, su expresión mezclando incredulidad y asombro.

-¡Tengo a Loa'k! -reiteró Tsireya, incapaz de ocultar su sorpresa.

Kiri, con voz temblorosa, respondió a sus amigos: "No puede ser posible. Si Tsireya y Tuk tienen a Loa'k, entonces...".

Al mirar hacia abajo, Kiri se dio cuenta de la impactante verdad. No era Loa'k lo que ella sostenía en sus brazos.

Era Neteyam. Su hermano mayor estaba de vuelta.

Nuestro Pequeño SecretoWhere stories live. Discover now