Capítulo 2

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Pérdida.


Me encuentro en una sala de hospital viendo a heridos pasar en sus camillas, la sala de emergencias estaba hecha un caos, doctores y enfermeras corrían desenfrenadamente tratando de controlar a los pacientes y de salvarles la vida. Yo estaba de pie en una esquina, lleno de moretones, heridas sangrantes y con un golpe en la cabeza sin entender lo que pasaba.

-¡Por favor que alguien me diga como esta ella!- imploro con todo mi corazón y dolor del mundo- ¡Por favor sálvenla, regresenle la vida!

Enfermeras tratan de llegar hacia mi para tranquilizarme pero no podía hacer eso, era la vida de ella, ¿como estar tranquilo ante esta situación?

-Debe ser fuerte y resignarse joven, lamentablemente ya no pudimos hacer nada mas por ella, murió al instante.

No, no no...


-¡No!- despierto nuevamente de golpe, otra vez esas malditas pesadillas que hacen que reviva ese momento una y otra vez.

¿Que mas quieres de mi? ¿por que me haces sufrir de esta manera?. Pienso mirando al techo como si hubiera alguien ahí que me respondiera.

Estoy solo en la habitación, mi amigo William ha quedado a dormirse en la casa de su novia, ultimamente pasa menos tiempo en casa y más con Jenni, su actual pareja. Parece que se ha flechado de ella.

Miro la hora en mi celular y me levanto de un salto de la cama. ¡Voy tarde al trabajo!

Me gusta la fiesta, el alcohol y las mujeres pero también me gusta la buena vida, no puedo darme el lujo de perder este trabajo que me ha costado un montón y en el cual me pagan bien.

Trabajo en un concesionario de automóviles, me gustan las ventas y estoy familiarizado con eso. A decir verdad es el único trabajo que he tenido y que me ha encantado, su ambiente laboral es muy bueno y la paga ni se diga.

Me arreglo lo más rápido que puedo y tomó camino rumbo al trabajo.

(*)

Son las 5 de la tarde y es hora de salir del trabajo, estoy algo aburrido y no quiero sólo ir a casa y ya, aun no estoy para nada cansado. Se que es inicio de semana pero siempre hay fiesta en algún lugar, es decir, estamos en L.A.

Cojo mi celular y busco entre mis contactos de WhatsApp a Kendra Davis, es una amiga que conoci en una Pool party, es muy sociable y atractiva así que seguido la invitan o simplemente ella misma hace fiestas desenfrenadas cualquier dia de la semana, por eso me encanta esta ciudad, en cualquier lugar conoces gente interesante.

-Hola guapa, ¿planes para hoy?

-No realmente, ¿Tu si?- Me contesta prácticamente al instante que mi mensaje fue enviado.

-Tengo ganas de una gran fiesta como las que tu haces.

-Claro, ¿que me darás a cambio?

Esa chica es directa, Kendra es como mi amiga con beneficio, ella siempre va a estar ahi cuando quiera un acoston. Los dos queremos lo mismo, saciar nuestras ganas sin sentimientos de por medio y esta noche tengo ganas de eso.

-Lo que tanto te encanta muñeca.- Respondo el mensaje seguido de un emoji guiñando un ojo.

Ken, me manda la ubicación y la hora en la que se realizará la fiesta. Regreso a mi casa para bañarme y acicalarme un poco para la gran noche.

Me vestí de forma casual ya que no quería estar incomodó en la fiesta, así que opte por una camiseta manga corta color blanca y unos jeans color azul no muy ajustados junto con unos tenis básicos color blancos.

Coloque la dirección en mi gps y tome rumbo hacia la fiesta, hoy tengo muchas ganas de perder el control y pasarla genial.

Llegue a la ubicación marcada en mi gps después de 20 minutos manejando en mi automóvil, la fiesta está un poco retirada del centro de la ciudad lo que la hace un mejor lugar para perder el control, los policías casi no vienen a estos lugares y no hay muchos vecinos cerca que puedan molestar llamando a las autoridades. Camine dentro de la casa y la fiesta ya había empezado, la gente estaba bailando, gritando y bebiendo sin control. Justo lo que yo quería.

- Hola bombón- Kendra llego a mi lugar y me planto un beso en la comisura de mis labios, hoy estaba demasiado sensual, traía puesto un minivestido color rojo que le amoldaba muy bien su cuerpo, a decir verdad Ken es muy guapa, es morena, curvilínea y con un cabello rizado maravilloso.

-Hola hermosa- la tome por la cintura y la bese apasionadamente, esta chica de verdad me prende un montón.

-Aguanta un poco, primero diviértete.

Ken me paso un cigarro de marihuana y me lo fume, dios, esa maria era de calidad. Luego me paso unos tragos de tequila y bebí a lo loco, solamente cuando estoy borracho logro olvidarme de todo.

La combinación de marihuana y el tequila hace que mi deseo sexual se eleve, ahora solo quiero y tengo deseo de darme a Kendra.
La busco entre la multitud pero no la encuentro por ningún lado, yo ya no aguanto esta necesidad superior de tener sexo, debo buscar a alguna tipa para satisfacer mi deseo.

Soy algo exigente cuando de tener sexo se trata, siempre soy muy meticuloso y busco muy bien quien será mi pareja sexual. Lastimosamente no ha habido ninguna chica en esta fiesta que llene mis estándares pero no me daré por vencido.

Sigo tomando y bailando sin cesar, siento que estoy perdiendo el control de mi mismo así que debo parar un poco.
Camino por toda la casa explorándola y llego a una habitación amplia con una decoración muy estilo medieval, la verdad me gusta mucho esta decoración, está sencilla pero elegante. Me introduzco más en la habitación y la puerta se cierra de un portazo.
Sobresalto un poco por lo ocurrido y me doy la vuelta para tratar de abrir la puerta y salir de esa habitación, la cual está empezando a sentirse sofocante. Cuando me doy vuelta me percato que había una niña como de unos 16 años tratando de abrir la puerta.

¿Desde cuando estaba aquí adentro?

-¡Ayuda!, ¡me quede encerrada aquí, necesito salir de aquí, soy claustrofóbica!- gritaba la pequeña con tanta desesperación.

-Tranquila, te ayudaré a salir de aquí- trate de consolarla y ayudarla pero tal parece que ella no se había percatado de mi presencia lo que ocasionó que esta gritara y se asustara más.

-¡Ayuda! Ximena, Blair, ¡por favor ayúdenme chicas! - volvió a gritar mientras golpeaba la puerta con sus pequeñas manitas.

Que mocosa tan tonta.

-Así nunca saldrás, deja que llame a una amiga para que nos saque de aquí.

-Es... está bien- balbúcelo.

Estaba por marcarle a Kendra cuando una pareja de lesbianas abrió la puerta de esa gran habitación buscando un lugar para tener sexo.

-Que suerte- dije en voz alta a lo que hizo que la pareja dejara de besarse y nos mirara solo por unos cuantos segundos para luego continuar.

La puerta estaba abierta pero la chica no se movía, solo miraba por todas partes como buscando a alguien entre la multitud.

-¿Estás bien?

-Ah... si si... la verdad es que no encuentro a mis amigas, yo... estoy perdida al parecer- dijo mientras reía nerviosa.

Supongo que hasta aquí llego mi noche.

Me ofrecí a llevarla a su casa, no podía dejarla así, soy un maldito si pero no un desgraciado como para dejar a una niñita a su suerte. Desgraciadamente parece ser que la niña no es de Los Ángeles y que no se sabe la dirección de sus "amigas" puesto que acaba de llegar a la ciudad.

Menuda suerte tiene.

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⏰ Last updated: Jan 26, 2023 ⏰

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¿Para que volver a amar? (EN PROCESO)Where stories live. Discover now