Capítulo 11

3.7K 242 163
                                    

Capítulo 11: Crepúsculo, Zanahorias y Arctic Monkeys.

Antes que nada quiero mencionar a dos personitas: Meche y Andy, gracias por confiar en Hudson. Las quieroooooo

HAYDEN

Abro los ojos y al instante quiero cerrarlos.

Me duele la cabeza, siento mi garganta seca y lo peor de todo es el intenso dolor que recorre todo mi cuerpo, lo que significa que o bien estoy durmiendo en el suelo o dormí toda la noche en una posición incómoda. Posiblemente ambas.

Me muevo un poco, para despertar algunas partes entumecidas y al instante me arrepiento. Estoy mas que segura que esta no es la residencia y definitivamente no estoy en mi cama.

Levantó la cabeza encontrándome con la cara de Hudson a centímetros de la mía. Se ve relajado, su respira golpea levemente mi cara y eso por alguna razón me hace sonreír, pero me contengo a duras penas, lo que me lleva a preguntarme ¿Sigo dormida? ¿Es alguna clase de sueño erótico de adolescente? ¿o quizás me morí y me encuentro en el paraíso?

Registro la habitación con la mirada, ambos estamos durmiendo sobre el sofá de su sala. Yo estoy acostada sobre él, con sus manos rodeando mi cadera evitando que me caiga o me mueva. No es una posición realmente cómoda y solo puedo mover la cabeza para no despertarlo.

Y eso me da la oportunidad de admirar por unos breves segundos su rostro.

Lo primero que me llama la atención, además de esos labios besables con un piercing, es la vieja cicatriz blanca en su ceja. La curiosidad me pica y muevo la mano queriendo pasar mis dedos por su ceja izquierda.

Pero terminó tocando algo duro y grande.

–Amor, saca la mano de ahí si no planeas hacer algo con ella.– habla con voz grave.

Me sobresalté y terminé cayendo del sofá con un pequeño grito.

–Buenos días a ti también, pequeña.

Pongo las manos sobre el abdomen de Dominick, quien estaba durmiendo en el suelo con una brazo bajo la cabeza como almohada. Y yo fui a caer sobre él, justo encima de él.

–Lo siento.– musito y ruedo terminando por fin en el dichoso suelo.

Terminó recostada boca abajo, tratando de recordar qué fue lo que pasó anoche.

Pero nada. No recuerdo nada después de empezar a bailar en la pista de baile, esos chupitos dejaron el resto de mi noche más que borrosa. Es como la vez que estaba leyendo un libro en la playa y unos niños pasaron jugando con unas pistolas de agua, mojando las últimas páginas de mi pobre libro y dejándome sin saber su final.

Ese día aprendí que no tengo que llevar libros a la playa.

Un momento.

¿Yo acababa de tocar...?

YO HABÍA TOCADA A HUDSON.

Debe pensar que soy una oportunista, que me aproveche de la situación y dios sabe qué otras cosas. No soy una pervertida oportunista, yo..fue sin querer. No recuerdo lo que pasó anoche o como termine aquí y menos como termine durmiendo con él o mejor dicho sobre el.

–¿Estás bien?– preguntan a la vez y siento una mano en mi hombro.

La voz de Shane a pesar de ser baja se mete mi cabeza retumba enviando mucho dolor a mis sienes.

Busco algún recuerdo, por más pequeño que sea pero nada.

–Si, bien.

Mentira. Ahora mismo estoy mal, muy mal. Además del dolor y la vergüenza, necesito beber algo porque la cabeza no me deja de latir.

SerendipityWhere stories live. Discover now