El Nuevo dios De La Teocracia Slane (Overlord)

La Meta de Toda la Vida es la Muerte

Jaja ya me había olvidado de Lizi jaja, bueno, aquí un pequeño fragmento de ella.

Ya habían tardado, Lizi estaba sentada en el sillón mientras movía sus piernas y las miraba al mismo tiempo, pensando en la llegada de su compañía.

Ya habían pasado algunas horas y su majestad Draudillon y el señor Dios no habían llegado.

A su lado estaban las bolsas de compras que había comprado con su majestad, los lindos vestidos y varias prendas hechas finamente y con el más cuidado del mundo, ella no creí capaz de que algun día pudiera usar este tipo de ropa.

Lizi: ya tardó demasiado, ¿Habrá pasado algo?

No sabía porque, pero pensó por un momento que la habían dejado sola de nuevo, algo realmente triste si eso fuera verdad.

La puerta fue abierta de golpe y entraron varios guardias apresuradamente y no parecían ser muy amables. Se formaron en una línea y miraron fijamente a la pequeña elfa.

El líder dió un paso al frente, bajo la mirada y dijo:

Guardia: elfa, vendrás con nosotros. Siendo la privilegiada elfa esclava de su majestad Draudillon. Serás enviada a un nuevo lugar seguro donde estarás a salvó hasta que nuestro dios salve a su majestad.

Con una mirada fría y sería, agarro a la pequeña elfa del brazo y empezaron a salir de la habitación.

Lizi estába confundida, no tenía del todo claro lo último que había dicho el guardia teocratico, ¿A qué se refería con que el señor Dios salve a su majestad?

Tenía dudas, pero no podía decir que se negaría a ir con ellos y tampoco podía preguntar, ella ya no es una esclava, era una subordinada, aunque la diferencia no era mucha.

Ella guardo silencio y siguió caminando junto al guardia hasta la salida donde la esperaba una carreta de aspecto lugubre, nada comparado a los carruajes en el que una vez se subió con su majestad Draudillon, se notaba la diferencia de trato al momento de que ella no estaba.

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Era una sola habitación rodeada de puras mujeres, bueno, damas, solo había un hombre que era el escolta personal de la princesa llamado Climb.

Climb es un joven de pelo corto y rubio y ojos azules. Vestía una armadura diferente a los demás guardias, no era la gran cosa, pero si lo diferenciaba de las demás armaduras. Estaba parado bien recto al lado de la princesa.

Nadie sabía cómo iniciar una conversación, así fue los últimos 10 minutos, con un silencio muy largo.
Lo único que se hizo en esos 10 minutos fue el te que se le sirvió a todas las que estaban sentadas alrededor de la mesa.

Todo eso termino cuando la princesa hablo por educación, aunque aún estaba algo incómoda debía decir algo.

Renner: majestad, escuche que estaba en su luna de miel. Dígame, ¿Cómo se la paso?

Draudillon tomo un poco de su te y respondió normalmente y sin ninguna preocupación.

Draudillon: oh, estuvo muy bien, jamás me había divertido tanto.

De ahí otro silencio largo. La verdad es que no había nada de que hablar. Después de la presión a la que todas fueron sometidas después de ver al dios de la muerte, nadie quería hablar.

Pronto Lakyus empezó a recobrar la compostura y con sudor en su frente habló.

Lakyus: princesa, creo que nosotras ya debemos irnos, se que es una falta de respeto, pero solo veníamos a despedirnos de usted.