Segundo Corazón [Parte VII]:

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 —¿Quieres que vayamos a algún otro lado? —preguntó Dean, mientras caminaba por el Central Park tomado de la mano de Ginny.

—Paseemos un rato —respondió ella, sin mirarlo y guardándose su nerviosismo.

—¿Qué fue lo que más te gustó del Museo Metropolitano? —siguió cuestionando Dean.

—Todo era muy bonito, cariño.

Dean frunció el ceño, pues desde que se habían reunido, Ginny había estado bastante distraída, y cuando le preguntaba cualquier cosa, respondía de forma seca y calmada. Para él era muy obvio que algo ocultaba, pero quería darle su tiempo, para que pudiera confiar en él. Si las cosas se ponían mucho más preocupantes, no dudaría en dar el paso.

—¿Sabes? Mi mamá ha estado mejorando —agregó, para seguir conversando—. Está un poco de mal humor porque no puede ir a trabajar, y porque también yo tengo que estarla cuidando, pero el médico dijo que mientras se mantenga en reposo no sufrirá más.

—Eso es genial.

—Sí, y no sabes cuánto me alivia. Claro que sus medicamentos son bastante caros, pero tengo bastantes compradores interesados en mi colección, incluso he empezado a aceptar encargos de pinturas personalizadas, y con eso y el dinero que gano en las Tres Escobas, puedo resolver un poco.

Ginny no respondió, y decidió mirar el suelo, mientras se mordía la lengua, aguantando las ganas de salir corriendo. Sentía que no podía con toda aquella situación.

Dean la miró de reojo y también guardó silencio. En lugar de hablar, prefirió guiar suavemente a su novia para que se sentaran en un banco cerca de la Fuente de Bethesda, un lugar bastante especial para ellos, pues allí se habían dado su primer beso. Sin embargo, eso no hizo mas que hacer sentir peor a Ginny. No se creía capaz de lo que estaba haciendo y hasta se arrepintió de la decisión que había tomado.

—Rojita —la llamó Dean, colocando un mechón rojo del cabello de Ginny tras su oreja, para ver sus ojos perdidos en el suelo, llenos de tristeza—. Te he notado rara. ¿Quieres hablar? ¿Te pasó algo malo? ¿Alguien te dijo algo malo...?

—Me voy —lo interrumpió Ginny, ahora mirando sus manos en su regazo.

—¿Qué?

—Me voy, Dean.

Tomando valentía, giró la cabeza hacia él, y se arrepintió al instante: su mirada denotaba bastante confusión y hasta podía percibir como todos los cabos se ataban en su cabeza, dándole sentido a su declaración.

—¿Te vas? —repitió Dean, atónito.

—A Londres. University of Lincoln aceptó mi solicitud y me ofrecieron hasta una beca, pero debo irme antes de que empiecen las clases para instalarme y confirmar que asistiré.

—¿A Londres? ¿Te vas a Londres?

—Si... —Ginny lo miró con nerviosismo, sintiendo que su corazón amenazaba con salirse de su pecho.

Dean, pareciendo mas atónito, se enderezó en su asiento y miró en suelo, con el ceño levemente fruncido. Daba la impresión de que su cerebro había entrado en un estado de pausa, aunque solo duró un largo minuto.

—Te vas —afirmó, ahora con mas fuerza—. ¿Me dejas?

—No lo pienses así...

—¡¿Entonces cómo quieres que lo piense?! —Dean la miró enojado, sin importarle que algunas personas, que por allí pasaban, se giraran a verlo—. ¡Mi novia se va del continente! ¡¿Qué esperas que piense?!

Tres Corazones [Basada en el Mundo de Harry Potter]Where stories live. Discover now