CAPÍTULO 4

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Kokichi estaba perdido en sus pensamientos mientras iba camino a su trabajo por la mañana.
No sabía si el día anterior fue un mal día, o un buen día. Realmente le gustó ayudar a Shuichi en su trabajo, casi hasta parecían amigos. Pero no le gustaba ser tratado como mujer, a de más de que volviendo a casa de noche, un par de hombres no le quitaron el ojo de encima por su vestido corto. Empezaba a asustarse de que le pudiera pasar algo alguno de esos días volviendo a casa, por lo que barajó la posibilidad de pasar las noches en la casa en la que trabajaba.
Aún no le mencionó esto a sus padres, no le gustaba hablar con ellos, y conociéndoles, se pondrían a hablar sobre cómo debería emparejarse con Shuichi.

Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dió cuenta de que ya estaba enfrente de esa casa. Tocó la puerta, esperando que Kirumi le abriera, pero no fue ella la que le abrió.

Una cabellera azul y unos ojos color miel le miraron con una sonrisa sincera, invitándole a pasar.

-Hola Kokichi, quería hablar contigo, pasa por favor.

El más bajo entró a la casa. ¿Qué hacía allí Shuichi? Se supone que sus sirvientes hacían todo por él.

-¿Querías... Hablar conmigo?

-Sí, sígueme a mí habitación, preferiría hablar contigo allí.

Un escalofrío recorrió la espalda de Kokichi, pero sólo asintió y fueron juntos a la habitación del más alto, no podía negarse ante una orden.

Al ambos estar dentro de la habitación, el peliazul cerró la puerta, y se giró hacia Kokichi, el cual parecía nervioso, quizá hasta asustado.

-Sólo... Quería darte las gracias por lo de ayer, ya sabes, por haberme ayudado con lo del caso... Terminé todo esta mañana y arrestaron a la persona que tú dijiste que era el asesino y ya ha confesado su crímen. No podría haberlo hecho sin tu ayuda, muchas gracias.

El más alto le hizo una pequeña reverencia, incapaz de mirar al más bajo a la cara. Kokichi, por su parte, estaba sorprendido. Se esperaba algo... Malo cuando le dijo de ir a su habitación, no se esperaba esas palabras tan sinceras.
Le dedicó una amplia sonrisa.

-No es nada, fue divertido hacerlo, así que si necesitas algo, puedo ayudarte de nuevo, nishishi~

-Muchas gracias Kokichi, siempre que quieras puedes pasarte por aquí, siempre tengo algún caso que resolver y podríamos hacerlo juntos... ¡S-solo si quieres!

-Nishishi~ sí, estaría bien. Y si necesitas ayuda porque el caso es demasiado difícil para tí, sabes dónde encontrarme.

Dijo el más bajo con aires de superioridad, mientras salía por la puerta entre risas.
El más alto se quedó mudo ante esa acusación, pero sólo se rió levemente, volviendo a sentarse en su escritorio.

Kokichi llamó su atención desde el primer día que le vio, y a pesar de su curiosidad como detective, nunca pudo saber nada sobre él. Fueron muchos años juntos a clase, pero kokichi siempre estaba solo por gusto, siempre pensó que era porque no era muy sociable o porque los niños de clase le caían mal, pero ahora viendo que está trabajando a tan temprana edad y que es tratado como chica... No sabe qué pensar.

Pero era un detective, no iba a rendirse tan fácilmente.
Dejó de lado los papeles que tenía delante, y cogió una hoja en blanco para empezar a anotar información sobre el pequeño pelimorado. Pensó por un momento que quizá lo que estaba haciendo era un poco siniestro, pero era por el bien de la investigación, y para saciar su curiosidad.

También anotó la astucia del más bajo. Era realmente listo, con todas esas capacidades, ¿Qué hacía trabajando como maid?
Necesitaba saber algo más sobre él, así que bajó las escaleras para llamarle, no sin antes haber escondido bien el papel con la información de kokichi, no quería que se hiciera la idea equivocada sobre él.

Maid Service - SaiomaWhere stories live. Discover now