CAPÍTULO 5

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Kokichi tocó el timbre de la casa, siguiendo su rutina de trabajo de manera normal. Aunque hoy, para su sorpresa, Shuichi le abrió la puerta, igual que pasó el día anterior.

Kokichi, quiero pedirte la revancha al ajedrez!

-Uh? Saihara, tengo que trabajar, ¿sabes?

-No pasa nada, no te despediré, sólo ven... ¿Por favor?

-Nishishi~ Está bien, te enseñaré a jugar, pero no ahora. Tengo que ayudar a Kirumi, no quiero que ella haga todo sola, sabes?

-Oh, sí, está bien...

Kokichi le dedicó una sonrisa y empezó a trabajar, mientras Shuichi volvió a su habitación, él debería hacer lo mismo.

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Ya habían pasado unas horas, en las que Shuichi estuvo pensando en qué preguntas hacerle a Kokichi para que dijera información sobre él. No quería ser tan directo como ayer, así que pensó que sería mejor simplemente tener una conversación normal con él, quería ser su amigo. Cuando eso pasara, entonces sí podrían tener conversaciones más profundas y no tan triviales.

Bajó las escaleras, determinado de que esta vez sí accediera a jugar con él.
Le encontró fácilmente, y se acercó a él con una sonrisa.

-Kokichi! Quiero jugar contigo al ajedrez, me dijiste que me enseñarías...

-¿Mh? ¿Ahora? Pero sigo trabajando...

-Da igual, no voy a despedirte, solo ven, quiero jugar.

Agarró de la muñeca al pequeño chico y le llevó a su habitación, cerrando la puerta tras él.
El pelimorado vio al entrar que el tablero ya estaba colocado, con sus respectivas fichas en las casillas. Pero... Estaba en el suelo. A Kokichi no le gustaba eso, no le gustaba sentarse en el suelo por la manera a la que le habían enseñado a hacerlo. Siempre le enseñaron a sentarse sobre sus piernas, como lo hacen las chicas. Y aunque quisiera sentarse de otra manera, no podía por tener puesto el vestido. Estar en esa postura cansa después de un tiempo, y seguramente se termine haciendo daño por estar así sentado toda la partida de ajedrez.

-Uhh... ¿Vamos a jugar en el suelo?

-Sí, si no te molesta... ¿Quieres empezar tú?

Kokichi no podía rechistar, así que simplemente se sentó sobre sus propias piernas a un lado del tablero de ajedrez, donde se hallaban las fichas blancas.

-Por favor, usted primero, señor Saihara.

-Uhm, está bien...

Shuichi se sentó al otro lado del tablero de piernas cruzadas. Kokichi le miró con envidia por un segundo.
Shuichi empezó la partida, moviendo uno de sus peones negros dos casillas.

-Mal.

-¿Mh?

-¿Seguro que quiere mover dos casillas, señor Saihara?

-Uhh... ¿Sí?

-Nishishi~ está bien.

Kokichi siguió el juego, dejando algo confundido a Shuichi. A medida que el juego seguía, el peliazul miraba de reojo al más bajo antes de mover ficha, para saber si los movimientos que hacía eran correctos o no según las expresiones faciales del más bajo.
Estuvieron unos minutos jugando, y los tobillos de kokichi empezaron a doler por la postura en la que había estado todo el tiempo. Se removía en su asiento, tratando de aumentar su comodidad, pero nada funcionó.

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