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Cara a cara ~
Ah paso 3 semanas desde que Madara tomó la aldea de la hoja como suya, todos se opusieron pero ninguno se atrevio a enfrentarlo en el campo de batalla, Naruto ahora era un simple ninja al igual que sasuke, desde que el uzumaki perdió contra el Uchiha se quedó en silencio, no era quien para contradecir las palabras del nuevo kage pues esté arrebato al Kyūbi del interior del rubio todos se preguntaron ¿como será sus vidas bajo la sombra de del uchiha?, ¿todo en la aldea funcionará como siempre? ¿o es que ahora todos le consultarán con miedo al uchiha sobre decisiones económicas etc.?
Si bien Madara ganó la cuarta guerra ninja, dejo callados a los cuatro Kages del ¿ mundo? aquel hombre de cabellera larga no estaba convencido qué el mundo era tan pequeño, en una de sus visiones vio lugares de tierra rojiza y bestias de otros mundos, por lo que se propuso conquistar aquellas tierras oscuras, era una nueva meta qué la cumpliría a como de lugar.
La mañana recién comenzaba, estaban en temporada de otoño casi en invierno por lo cual hacía frío, el cielo se mantenía nublado y llovía constantemente.
Madara suspiro mostrando una leve sonrisa, el contrario se puso nervioso al ver que dejó el té que este le había preparado en la mesa, ¡ el hokage se había dado cuenta! ¿ahora que hará? ¿será que el sexto lo matara? se preguntaba el simple ninja — No será fácil matarme, tendrán que vivir lo que les toca —dijo con serenidad Madara, no era sorpresa que intensasen envenenarlo con un simple té de cereza pues toda la aldea no lo querían de superior, el ninja miró el suelo nervioso esperando ser reprendido, antes de eso intento excusarse — Ho-hokage-sama Per..permitame— tartamudeaba el ninja intentando tomar el té de cerezas para llevárselo.
—Guarda silencio, quieran o no ahora viven bajo mis condiciones —dijo molesto Madara parándose ala vez apretando su puño con fuerza sobre el escritorio, ya le artaba que los estúpidos aldeanos no lo aceptasen, no se rendían con la estúpida idea de eliminarlo. Sobre todo el molestaba aquellas campañas que estaban contra el, estaba seguro que se reunian en algún lugar de la aldea, lo más seguro en una de los distritos más grandes de konoha como los aburame y los hyuga, ¡ Malditos! Los mataría uno por uno y no dejaría a nadie vivo.
—Largate — fue lo único que dijo el uchiha para sentarse nuevamente en la silla de escritorio con un lijero cansancio, el ninja se retiro de inmediato y el sexto solo miró el techo echando un suspiro, tenía que saber quienes eran los que se ponían en su contra.
Dejo sus pensamientos de lado al oír el tocar de la puerta, por dios, ni un momento lo dejaban solo, no tenía ni idea de lo molesto que era ser hokage y hasta ya se estaba arrepintiendo de tomar el lugar pero no negaba qué tenía que saldar cuentas con la aldea de la roca y así con las tres que quedaban.
—Adelante — Madara sentándose bien apoyando sus codos en la mesa entrelazando sus manos y mirar por arriba de ellas, la figura que entró ni era nada más y nada menos que Tsunade, esa vieja molesta que intento asustarlo con aquel Sello Yin y restauración divina. Si bien aquella mujer era demasiado fuerte y aparentaba joven a pesar de su edad, dejo de pensar al verla entrar, ella tenía esa mirada de indiferencia hacía el.
