Huracán.

Complicidad.

Narra Eliza:

Se puede ser feliz sin amor.

Es más, la vida es mucho más fácil si no estás enamorado.

El amor siempre nos trae problemas.

De un modo u otro acabas sufriendo, y aún así, los humanos, conscientes de que enamorarse es una distracción y en muchos casos un completo quebradero de cabeza, una vez que lo sentimos daríamos lo que fuera para mantener vivo ese sentimiento.

Puede que no lo digamos en alto, que no se lo contemos ni a nuestro mejor amigo, incluso llegamos a negárnoslo a nosotros mismos.

Podéis llamarme loca, ingenua, excesivamente romántica, pero es cierto, y si lo has sentido y consigues omitir todo el sufrimiento que "Cupido" te ha causado, sabrás que no me equivoco.

El mero hecho de que tu corazón esté ocupado te alegra. Las personas de una manera inconsciente deciden permanecer enamoradas el mayor tiempo posible.

¿Cómo si no iba a costar tanto olvidar al ser amado?

Nuestra raza es capaz de acabar con las más antiguas de nuestras amistades por una simple discusión o mentira mientras perdonamos todo tipo de traiciones a nuestra pareja.

Tal vez por eso hoy no me he quedado dormida. Podría decirse que es casi un milagro.  Sobre todo si tenemos en cuenta la hora en la que me dormí ayer.

Creo que no existe una sensación de victoria más grande que gustarle a quien te gusta. Y pese a que esto sigue pareciéndome un sueño soy feliz. Porque Jordan me quiere y yo lo quiero a él.

En la teoría todo parece muy bonito, pero, ¿en la práctica?

Me ha demostrado que no es el musculitos sin cerebro que pensaba pero, un chico como él, rico, acostumbrado a la buena vida, con las hormonas alteradas y la mayor lista de conquistas del instituto va a volverse agradable y considerado solo por una chica?

Supongo que ese miedo no desaparecerá nunca, los celos, miedo a que te deje, a que te cambie por otro, a no ser suficiente...

Los celos son malos, en cualquier medida, demuestran inseguridad, falta de confianza en uno mismo, pero incluso el más creído de los hombres los siente.

Tal vez eso es estar enamorado, quieres tanto a esa persona que para ella nunca nada deber ser suficiente.

No lo sé.

En realidad no importa.

Quebraderos de cabeza.

Le doy demasiadas vueltas a las cosas.

Jordan es mi novio, yo soy su novia.

Ahora nuestro amor es público y aunque el secretismo siempre me ha dado cierto morbo es agradable que ya no sea un secreto.

Por eso sonrío tanto cuando entramos. Tiene mi mano fuertemente agarrada, está más guapo que nunca, como si hubiese descansado perfectamente todo el fin de semana.

No debería tener este aspecto, probablemente ni si quiere ha dormido 4 horas, tendría que parecer agotado. Pero está contento, fuerte, sano.

Su mano está caliente, algo más que la mía. Noto como el calor sale de su cuerpo, juraría que hasta podría distinguir el olor que emana con cada movimiento.

- ¿Qué tal?

- Me siento observada.

- Siempre te observan-dice levantando las cejas como es habitual en él.

- No tanto como ahora.

- Somos la pareja de moda, seguramente habrán apostado sobre cuanto vamos a durar.

- No creo que ninguno diga más de tres meses.

- No quiero preocuparte pero... Serán pocos los que crean que vamos a llegar al mes.

- Tu fama de mujeriego siempre presente.

- Tú también te has ganado una buena fama de zorra.

- Es casi un nosotros contra todos-estamos parado en el pasillo, muy pegados, lo suficiente para que un profesor nos dedique algún comentario tipo "que corra el aire".- Un yo contra las zorras de las animadoras, un yo contra todas tus obsesionadas fans-digo haciendo comillas con los dedos.

- No, no es un tú contra todas esas tipas. Es un nosotros contra el mundo. Eso es exactamente lo que es.

- Pues llevamos las de perder Jordan.

- Eso es lo que lo hace más divertido-resoplo- Vamos a hacer que pierdan mucho dinero-empieza a besar mi cuello- Porque no vamos a durar un mes-muerde mi oreja- Ni tres, ni si quiera seis-me mira a los ojos- Vamos a estar juntos hasta que se te caigan todos tus dientes, hasta que mi pelo deje de ser rubio.

- Hasta que estos músculos desaparezcan-digo tocándole los brazos- Hasta que esta inmaculada y bronceada piel se arrugue y caiga.

- Hasta que me muera.

- Y después?

- Vivirás unos cuantos años echándome de menos.

- Y después?

- No hay un después Eliza.

- Y si lo hubiese?-pregunto con una sonrisa pícara, estoy muy cerca de sus labios, su respiración fuerte y agitada mueve algunos de los pelos que tengo sobre la cara.

- Si lo hubiese seguiríamos juntos.

- Te cansarías de mí.

- No.

- Pues yo sí lo haría.

- Zorra-dice sonriendo.

- Ególatra de mierda. No sé cuanto vamos a durar, que sea lo que tenga que ser.

- Tiene que ser para siempre-une sus labios con los míos, me conozco este beso, me conozco sus labios, me conozco cada centímetro de su cuerpo. Sé como actúa, su color preferido, la música que escucha, sé mucho y me queda por saber mucho más. Nunca lo averiguaré todo, y en cierto modo cuanto más averigüe más intenso será el dolor futuro. Porque sé que aunque ahora nos prometemos el cielo y todas sus estrellas y hablamos de que un infinito no es suficiente, llegará el día. Antes o después, y conociéndolo, conociéndome, no será tan tarde como a mí me gustaría.

Pero aún así es bonito, es bonito pensar que un para siempre no es suficiente. Además es cierto, porque lo que siento ahora mismo es tan jodidamente intenso que podría durar toda mi vida.

- Estás tan bueno-digo cuando nos separamos.

- Lo sé.

- Si no fueses tan guapo no te permitiría decirme tantas cursiladas.

- Si no me gustases tanto te habría mandado a la mierda con el primer te quiero.

- El primero de muchos.

- No seas mentirosa Eliza, será el primero de unos pocos.

- Sabes que me cuesta ser cariñosa...

- Anda, vete para clase-me da un cariñoso azote en el culo y me dedica la mejor de sus miradas pervertidas.- Tenemos planes para la hora de la comida-dice y me guiña un ojo. Sonrío pensando en lo que me espera. Un buen polvo.

Me paso la lengua por los labios y lo miro fijamente con cara de guarra.

- Guarra.

- Cerdo.

- Puta.

- Mujeriego.

- Te quiero.

- Te quiero.