Huracán.

¿Dónde te has metido?

Estoy tumbada sobre la cama escuchando música. Debería estar en clase pero que tus padres trabajen fuera de casa trae muchas ventajas. Escucho como tocan al timbre y me levanto.
- Ya voy!-grito pero siguen tocando- Que ya voy joder!-abro la puerta y lo veo. El pelo desordenado, una blanca e impoluta sonrisa de oreja a oreja. Una camisa vaquera con un par de botones desabrochados, gracias a los cueles puedo ver sus bronceados y trabajados pectorales, un pantalón corto negro y las converses blancas. Lleva la mochila colgada de un solo lado y eso acentúa su pose de chico malo.
- Preciosa-dice, pero sé que estoy horrible. Mal peinada, con una camiseta de mi padre y unos calcetines demasiado ridículos.
- No lo dices en serio.
- Estás guapísima, como siempre-lo dice convencido, me da un beso en la mejilla y entra. Se deja caer sobre el sofá provocando un desagradable ruido.
- Qué haces aquí?-pregunto mientras cierro la puerta y me siento a su lado. Agarra mis piernas y las coloca sobre su regazo.
- Vi que no estabas y supuse que habías venido a casa-acaricia mis piernas mientras habla.
- Agradable sorpresa-me acerco a él y le doy un corto beso en los labios.
- Austin me ha contado tu pequeño accidente con la animadora.
- Zorra... No sé porqué me lo recuerdas, ya me había olvidado, pero ahora vuelto a estar enfadada-saco las piernas de encima de él- De hecho vine a casa porque esa puta estúpida consiguió enfadarme tanto que no me apetecía volver a cruzármela.
- Estás celosa?
- Tú qué crees?
- No deberías-con un movimiento rápido y ágil me tumba y se pone sobre mí, se tensan los músculos de sus brazos, está haciendo fuerza para no aplastarme.- No ves que solo quiero estar contigo?
- Quiero creerte pero hay amenazas por todos lados.
- No es que contigo sea diferente-se sienta de forma normal. La conversación empieza a tomar un sentido más serio.
- Yo no te voy a poner los cuernos.
- Ni yo a ti.
- Quiero creerte.
- Deberías confiar. Hay tantas posibilidades de que yo te ponga los cuernos como de que me los pongas tú, incluso menos.
- Y llegas a esa argumento gracias a...?-pregunto de forma borde.
- No eres ninguna santa.
- Si no quisiese estar contigo no lo estaría. Si quisiese ponerte los cuernos ya lo habría hecho, si estoy en una relación contigo es porque me lo estoy tomando en serio-estoy gritando, no sé porqué, pero lo estoy haciendo. Él me mira con cara de enfadado, inlcuso enfadado sigue siendo extremadamente guapo.
Cierra los ojos y escucho como cuenta hasta 10.
- Vale, tenemos que relajarnos-hace una pausa dramática- te quiero- lo miro con cara de incrédula directamente a los ojos. Vuelvo a ponerme seria y después de un par de segundo sonrío.
- Capullo-susurro mientras sigo sonriendo y me tiro encima de él. Cojo un condón de su mochila y... lo hacemos.
No hay nada mejor que el sexo después de una discusión.
En realidad, hay pocas cosas mejores que el sexo.
Bueno, hacer el amor, y sí, por muy cursi que suene, hacer el amor es increiblemente mejor que tener sexo. Podríamos decir que es lo mismo pero no es cierto, hacer el amor es un tipo de sexo especil, el mejor que existe. Y de todas formas Jordan da el mejor sexo del pais.