𝐂𝐚𝐜𝐡𝐨𝐫𝐫𝐢𝐭𝐨𝐬 [𝐋.𝐒]

𝐎𝟓

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—En serio...¿quieres ir de viaje con ese? —se acercó a la oreja de su hijo, al señor Tomlinson no le caía bien Harry y no porque este fuera malo sino porque le había quitado su más preciado tesoro, Louis.

—Papito, él es mi alfa y se llama Harry y sí quiero ir con él, es mi destinado —le arregló la corbata que este traía— Y tú debes ir a trabajar así que apúrate.

Desde que su esposo omega partió del mundo, se volvió más protector con su hijo, él no lo quería perder aunque algún día tendría que aceptar que su hijo omeguita no estaría con él por siempre.

—Entonces ve a alistar tu maleta antes de que me arrepienta de darte permiso —si bien el padre ya sabía que cochinaditas irían a hacer en ese viaje, prefería eso a que lo hagan en la casa, sabía que la felicidad de su hijo era con Harry.

El timbre sonó y Louis se encontraba arriba así que el padre tuvo que abrir la puerta.

—Buenos días suegro —saludó amablemente Harry, no había burla en sus palabras ya que pronto lo serían.

—Buenos días Styles.

Luego de unos minutos Louis bajo con sus tres maletines, no era tanto para el ojiazul.

—¡Hazzie ayúdame! —llamó a su rizado porque sentía que en cualquier momento se caería.

Este corrió rápidamente, al final Louis si cayó pero a los brazos de su alfa, una escena tan hermosa que debía ser capturada para una foto.

Escucharon el flash de la cámara y era su padre el que les estaba tomando la foto.

—Tal vez la quieran —sonrió su padre.

Estos también también sonrieron.

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Se encontraban hospedados en uno de los hoteles más lujosos de Tokio, ambos con sus propios ahorros hicieron posible eso.

—Está muy cómoda la cama —se encontraba echado boca abajo Louis mientras pataleaba con los pies en la cama, era tan suave que podía estar todo el día en ella— Ven Hazzie~ —le salió un ligero gemido cuando en verdad quería hacer un berrinche hasta que se echara.

Harry pudo percibir aquel ligero gemido, su lobo se movía mucho dentro de él tan solo escucharlo, nunca antes el ojiazul había hecho eso.

—Hazzie~—seguía llamando a Harry.

Este le hizo caso, dejó su maleta en un costado y fue con su omega, el rizado se subió encima de Louis, posó cada pierna al costado de la cintura de Louis.

—Te voy a hacer unos masajes cariño —le avisó Harry, este comenzó a masajearle cerca de los hombros, Louis aún seguía boca abajo— Mañana podríamos ir a Disney ¿Qué te parece?

—Está bien Hazzie, sigue con los masajes.

Louis estaba un poco tenso en los músculos por su carrera universitaria de Danza, varias veces él fue a ver sus presentaciones de baile contemporáneo, su omega era el mejor en ello, Louis era el mejor en todo sin duda alguna.

—Hazz, te tengo una sorpresa —habló Louis aún estaba un tanto tímido por lo que iba a hacer, su rizado paró de darle masajitos y se apartó de Louis para que este fuera por la sorpresa— Quédate aquí.

El ojiazul agarró la bolsa que dejó en el escritorio de la habitación cuando bien llegaron.

Harry se posó en la cama y puso sus brazos detrás de su nuca, así espero a Louis. Mientras el otro se encontraba en una batalla si lo que hacía estaba bien.

Cuando se sintió segurísimo salió del cuarto de baño, los ojos de Harry se abrieron en grande y el alfa dentro de él si que estaba moviéndose mucho más, quería ir junto al omega y marcarlo.

El omega se encontraba con un vestuario un tanto inapropiado para este momento en los ojos de Harry pero también estaba tan excitante.

—¿Alfita, te gusta? —preguntó el ojiazul, este fue jalado por Harry a la cama, quedó debajo del cuerpo de Harry, esta vez estaba boca arriba.

—Me encanta, mi bolita de arroz —el omega se sonrojó.

Tenía un sexy babydoll rojo estos que se abrían por debajo y encima del conjunto, una tela del mismo color con bordes de flores que de igual manera aunque te lo pongas encima se podía notar la piel y unas hermosas medias a rayas.

—Hazz~ Mhm... —el rizado comenzó a chupar el cuello del ojiazul, dejando unas pequeñas manchitas que no pasarían desapercibidas el día de mañana en aquel lado— Ahh~

—Hoy te haré ver mariposas, cariño —este dejo de besar el cuello de su omega y lo agarró de la cadera e hizo que las piernas del ojiazul se pongan alrededor de su cintura, comenzó a hacer fricción con la tela del babydoll, su miembro ya estaba despierto— quítate esto mi omega —abrió los dos botoncitos que estaba en la parte baja, vió como el omega estaba botando un líquido húmedo.

—Alfa~ no es justo que yo sea el único que no tenga casi nada de ropa —habló con un pucherito— yo también te quiero ver alfita.

El alfa ante la insistencia de su omeguita se sacó su camiseta y pantalón, quedando solo en bóxers.

—Te amo alfa.

Este agarró de la nuca a su hombre y lo jaló para que lo besara, no quería esperar tanto para sentir el miembro de Harry dentro de él.

—Con esto tendremos nuestros cachorros, Hazz —habló entre el beso.

—Mi amor claro que lo tendremos y te prometo que cumpliré todo lo que dije cuando tan solo eras un pequeño omeguita —siguió besando al ojiazul.

Tanto el alfa como el omega estaban por dar el paso más hermoso de sus vidas, hacer el amor, ese paso con el cuál sus cuerpos se unirían, sus olores se combinarían y una marca aparecería producto de un pequeño mordisco de su alfita. Además ese fruto del amor más puro de los destinados surgiría.

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