matemáticas, pijamas y villanos

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-nos encontramos 7 meses después con respecto al anterior capitulo-

Makima: vamos a ver Izuku, concentrate, ve más rapido

Izuku: no aguanto tanto señorita makima, llevamos mucho tiempo haciéndolo

Makima: no exageres, que apenas llevamos dos horas, cuando estés en la UA lo tendrás que hacer mucho más tiempo

Izuku: ya le dije que no aguanto más

Makima: está bien, tomemos un descanso, pero en 10 minutos nos volvemos a poner

Izuku: Odio las matemáticas...

-si, ambos estaban practicando las matemáticas del adolescente, el cual ya por lo menos tenía el nivel de un chico de secundaria-

Makima: ¿está noche también vas a salir a patrullar?

Izuku: supongo que si, tal vez tú no lo veas porque actúas por el día, pero en la noche hay violadores, hay ladrones, hay yakuzas, y hay muchas bandas criminales, casi preferiría a los villanos a los que tú te enfrentas

Makima: ¿quieres que salga contigo?

Izuku: ¿no soy un poco joven para ti?

Makima: imbécil, me refería a patrullar

Izuku: ya lo sé, y no, tu don por la noche es mucho menos útil, por la luz y el hecho de que la mayoría de las veces me atacan por la espalda y no te daría tiempo a usar tu don, aparte, cuando reconozco a un villano fuerte me alejo, ahora tengo mucho que proteger

Makima: está bien, pero como vuelvas a aparecer en casa como la semana pasada no vuelves a entrar a casa

Izuku: ahora eres tú la exagerada

Makima: Izuku, llegaste sin piernas, quemado y casi sin sangre, casi creo que eres inmortal, ¿acaso tú sabes cuál es tu límite?

Izuku: realmente no, pero parece que aún falta para poder alcanzarlo

Makima: y por cierto, hablando del tema, ¿cómo mierda volviste y tocaste al timbre sin piernas? Sigues sin decirme

Izuku: es un secreto, ya te lo contaré

Makima: mañana día máximo que me lo puedes contar, cómo no lo hagas, te echo de aquí

Izuku: está bien, pero tampoco te enfades

-ambos se habían acostumbrado ya a vivir con el otro, sus costumbres, sus manías, sus aficiones, etc... Tanto que parecían una pareja, sin embargo ninguno de los dos estaban interesados en eso, se sentían bien con su relación de amistad actual, y querían que siguiera asi-

Makima: bueno, pasaron los diez minutos, devuelta a las matemáticas -despues de decir eso soltó una carcajada, le hacía gracia ver la cara de sufrimiento del peliverde al hacer esa materia-

-despues de dos largas horas de matemáticas extra, ambos se pusieron a cenar-

Izuku: me toca cocinar

Makima: mientras no vuelvas a explotar nada todo bien, porque si lo vuelves a hacer...

Ambos: te echaré de casa

Makima: ¿tan predecible soy?

Izuku: siempre que hago algo mal me amenazas con lo mismo

Makima: quizá debería aumentar mi arsenal de amenazas... -dijo pensando en algo que le hizo gracia- Pero bueno, ¿entonces que hay de cenar?

Izuku: katsudon

Makima: ¿solo sabes hacer eso, aparte de explotar mi cocina?

Izuku: es que es mi favorito

El héroe del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora