Co (Más que un escorpión)

Capítulo 3

-¡¿Esa-cosa-qué-es?!

El chico de pelo negro seguía en el suelo, encogido, temblando con violencia sobre un charco de su propio sudor y sangre mientras Jisoo lo miraba con asco desde el marco de la puerta

-Primero, esa cosa tiene nombre

-¿A sí?

-Sí, puede que no sepa cual es pero tiene nombre

-¡Fantástico Sooki! Acabas de meter a un mutante en tu casa y no sabes ni su nombre

-¡Cállate y ayudalo! Luego te explico lo que quieras

-¡¿Cómo quieres que lo ayude?!

-¡No sé! ¡Tiene fiebre, haz algo!

-¿Cómo sabes que tiene fiebre?

-Porque está ardiendo, tócalo

-No pienso...

Probablemente cambió de opinión cuando se dió cuenta de que si no hacía algo lo chocaría con la pared. A regañadientes se agachó al lado del chico y lo miró en silencio por un tiempo, luchando internamente

-Pero...

-Haz algo

-Está desnudo...

-No me lo recuerdes...

Con la mano le quitó el flequillo negro mojado de la cara pero no lo llegó a tocar, pegó un bote y se alejó a rastras

-¡¿Qué le pasa en los ojos?!

-No sé ¿Qué le pasa?

-¡Tiene dos iris!

-Como todo el mundo

-¡NO! Como todo el mundo No ¡Dos iris por ojo! ¡Y se mueven para distinto sitio!

-¿Qué dices loco?

-Yo... que asco, necesito ir al baño

-Exageras

No exageraba, sus ojos grandes de forma almendrada tenían dos iris que miraban a la nada, uno verde tan claro que parecía gris y otro negro, sin pupila. Las dos esferas giraban, despacio, pero giraban, orbitando entre ellas como si fueran planetas, era extraño pero no me pareció repulsivo, curioso... Tenía las venas de los ojos hinchadas y sangraba por el lagrimal, puede que si no hiciéramos algo le explotaran los ojos.

-¡Jisoo deja de echar lo que quiera que hayas cenado en mi baño y ven a ayudarlo!

-¿Y qué se supone que hago? Nunca he tratado a un mutante ¿Y si me mata?

-No lo va ha hacer, te tiene más miedo él a ti que tú a él

-Pues no sé... lo normal es darle con agua fría para bajar la fiebre

-¿Lo meto en la bañera?

-Tú y qué cantidad de tus como tú- me quedé mirándolo en completo silencio, solo se escuchaba a Co agonizando de fondo-¿Qué tanto me miras?

-Estoy esperando a que te des cuenta de la tontería que acabas de decir

-¡Cuando estoy nervioso palabras raras salen!