────Shōto conoce a un Omega llamado Izuku al entrar a la facultad, ambos se hacen mejores amigos. Al ver cómo Izuku no entiende nada del mundo moderno al ser del interior, Shōto comenzará a darle consejos para que se adapte al ambiente.
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— Ese maldito me la va a pagar.. — Refunfuñó Shōto enojado. Un maldito bastardo, como decía el, le había jugado una bromita pesada. Había pinchado las cuatro llantas de su auto último modelo, eso le saldría una fortuna arreglar.
Pero el dinero no era el problema, si no que quería vengarse e Izuku le iba a ayudar.
El Alfa que le había hecho eso se llamaba Hanta Sero, un latino molesto que solo de dedicaba a robar novios y novias, un jodido infiel y siempre piropeaba a Izuku.
Ahora, Shōto e Izuku estaban en el auto polarizado del primero, espiando cuidadosamente a Hanta.
— Doki, ¿No es malo vengarse? — Preguntó inocente. Shōto pensó un poco antes de contestar.
— Solo si es necesario. — Explicó. — Este hijo de la.. mandarina, me ponchó las llantas y esas cosas salen dinero, solo vamos a darle una cucharada de su propia medicina. — Le dijo e Izuku se tranquilizó.
— ¿Y que vamos a hacerle? — Preguntó divertido, era como si estuvieran haciendo una travesura.
Shōto solo sonrió antes de acelerar el auto, para ir donde unos conocidos.
. . .
— Hermano, lo hacemos sin ningún problema.. — Dijo un chico. — ¿Y quien es esta hermosura? — Preguntó coqueto mirando al pecoso.
Shōto había ido donde unos viejos amigos los cuales le debían favores grandes. Y había llevado a Izuku porque se había acostumbrado a llevarlo para todos lados con él.
— Es mi mejor amigo, no lo toques. — Dijo celoso y tomando la cintura del pecoso. Este no se inmutó, incluso se pegó más a él.
— Ya veo, perdón viejo. — Se disculpó. Los tres chicos se miraron. — ¿Cuando quieres que lo hagamos? — Preguntó.
Shōto sonrió ladino. — Mañana mismo. — Los jóvenes asintieron.
Luego de una invitación de una cerveza rechazada por Shōto quien no quería llevar por mal camino al angelito pecoso, regresaron al auto, pero mientras conversaban fuera de este un señor se acercó y le propició una palmada inapropiada a Izuku sin pena.
— ¡Buen culo, Omega! — Gritó y le dió una calada a su cigarro. Cigarro que caería al suelo junto al cuerpo del hombre luego del puñetazo que Shōto le dió inmediatamente.
— ¡No te atrevas a volver a hablarle así! — Gritó enojado, si le enojaba que le faltarán el respeto a él, imagínense con Izuku, se volvía un animal.
Izuku se quedó allí atemorizado, odiaba cuando los hombres hacían eso. Le pasaba diario y era obseno y asqueroso.
— G-gracias Doki.. — Agradeció en el asiento del copiloto. Shōto conducía aún con coraje.
