02 - Al Rescate

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Aki era un Doctor de alta reputación y super atractivo. Cabello negro largo pero recogido en una colita, una típica camisa blanca, pantalón negro y aquella bata médica blanca del hospital en el que trabajaba dándole aires de profesionalismo robaba las miradas de todos, sin mencionar ese rostro bien definido y su expresión seria en donde sus ojos azules resaltaban sin mostrar expresión alguna.

Era un sábado a las 00:00hs en punto, el horario de salida de Aki quién ya se había quitado la bata y  se dirigía a la salida, pero fue interrumpido por su compañero de trabajo, Kishibe.

— Oye Aki, ¿Salimos a divertirnos? Es sábado.

— No puedo, tengo que cuidar al desastroso par que me espera en casa — Dijo serio como siempre refiriéndose a un par de hermanos, eran sus sobrinos. Al morir su hermano mayor decidió acogerlos ya que aunque no se notara los quería demasiado como para dejar que se los llevaran a un orfanato. En ese entonces los niños tenían 12 años.

— Oh vamos, ellos ya están bastante grandes, dejarlos solos unas horas más no hará daño a nadie. Tienen 17 años ¿Qué es lo peor que pueden hacer?

— ¿Recuerdas cuando te llamé hace tres meses a las seis de la mañana para pedirte que fueras a mí casa porque habían quemado el árbol del patio? — Le recordó el pelinegro.

— Si, tu no podías ir porque estabas de turno — Respondió Kishibe riendo fuerte — Tener un par de niños es una tarea complicada para un adulto de 28 años eh.

Aki rodó los ojos y le dio un apretón de manos al rubio para despedirse.

— Espera, yo te llevo. Hoy no trajiste tu auto.

— Gracias — Respondió Aki.

Ambos se subieron al auto y Kishibe comenzó a conducir tranquilamente mientras escuchaban música de la radio.

Kishibe y Aki se conocieron cuando Aki apenas era un novato en aquel hospital, era tratado muy mal por su falta de experiencia. Kishibe fue el primero en reconocer el potencial del pelinegro y desde ese entonces decidió apoyarlo siempre dándole casos difíciles porque en el fondo sabía de lo que era capaz. Actualmente se sentía como un padre orgulloso.

Kishibe era un hombre viudo de 39 años, cabello rubio oscuro y tenía una gran cicatriz en su rostro desde su labio hasta su mandíbula. Intimidaba a primera vista pero era muy amable y divertido.
Se había casado a sus 22 años con la mujer que había considerado el amor de su vida, desgraciadamente su esposa murió cinco años después de casarse de un paro cardíaco del que ni el mismo Kishibe pudo salvarla.
Un par de años después de recuperarse del dolor de perderla, intentó rehacer nuevamente su vida amorosa con alguna mujer pero jamás tenía nada serio, todas lo terminaban dejando por alguna razón, y así hasta la actualidad.
Se llevaba muy bien con Denji y Power, los sobrinos del pelinegro, veía a ese par como los nietos que nunca tuvo y los consentía demasiado. Los iba a visitar bastante seguido y casi siempre les llevaba obsequios o alguna comida que les gustase.

— Dale esto a Denji de mí parte, como fue su cumpleaños ayer dile que este es mí regalo y que lo iré a visitar el martes. — Dijo Kishibe mientras de la cajuela del auto sacaba un revolver. — Y haz que Power se bañe ese día, por favor.

— ¿Pretendes que le regale un arma? — Dijo horrorizado Aki.

— Es falsa, como Denji quiere ser policía pensé que le gustaría.

Aki la observó en sus manos atentamente y la guardó en el bolsillo de su abrigo indicando que el regalo estaba aprobado.

— Yo no vuelvo a comprar pastel - Aclaró Aki.

— Tacaño.

A los minutos de viaje Aki se percató de que el camino por el que estaban no iba en dirección a su casa.

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