«Yato» • Ayato x Thoma [+16] • Genshin Impact

𝟗 ┊🧋🌸┊↣ ᴄᴀʀᴇᴛᴀꜱ ᴄᴀíᴅᴀꜱ.

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Aquella mañana en Inazuma, parecía que absolutamente todos habían despertado increíblemente feliz. Como si no existieran problemas.

Sobretodo Ayato, estaba tan feliz y contento de estar así con Thoma... Parecía que absolutamente nada podía ir mejor en su relación.

Irónicamente, la felicidad de Ayato provocaba la tortura de Kazuha y Heizou... El cuerpo del detective ya comenzaba a rogar por algo de piedad... Tanta pérdida de sangre y dolor comenzaba a hacer desistir a Heizou a la par que le quitaba la esperanza de volver a verse a Kazuha.

Solo estaban esperando el momento adecuado en el que todo aquel infierno diera final para poder vivir en paz y tranquilidad, como siempre quisieron...

Varios días ya habían pasado, casi una semana.
Por fin, el líder del clan Kamisato pudo tener aquella reunión con la señorita Kujou, dando lugar al inicio de la nueva investigación por Yato y, sobre todo, las desapariciones de Heizou y Kokomi.

Los detectives de la Comisión Yashiro no fueron capaces de encontrar ni una sola pista en toda aquella semana que se dedicaron a buscarlos exhaustivamente. Ningún testigo, ninguna prueba, nada.

¿Y como podrían haber testigos si Ayato se había encargado de mantener alejado a la única persona que sabía de la realidad? Kazuha estaba lejos y bajo la orden de no decir absolutamente nada. Era arriesgado, sí, pero conocía del pasado del chico y sabía que estaría más que dispuesto a obedecer con tal de no perder al hombre que amaba.

Todo estaba bajo control y aquello alegraba demasiado a Ayato. Su felicidad era contagiosa a aquellos que eran completamente ajenos a todo el gran secreto.

Mientras pudiera colaborar con la Comisión Tenryou, su identidad como Yato seguiría completamente cubierta, estaba seguro de ello.

- Hoy te ves muy contento... ¿Fue bien la reunión con la señorita Kujou?- Preguntó Thoma en un tono alegre y feliz, depositando un gran beso en la mejilla de su pareja.

- Sí, sí. Acordamos dejar nuedtras diferencias de lado en cuanto al Decreto de Captura de Visiones por un bien mayor... Resulta que se equivocaron al culpar a Kuki Shinobu de ser la asesina...- Fingió tristeza con lo último, viendo la sonrisa de Thoma apagarse por un momento. Ayato besó sus labios y su novio sonrió levemente una vez más. Amaba proteger aquella sonrisa.- No te preocupes, todo saldrá bien y esta vez sí que encontrarán al culpable, ¿sí? De mientras, intenta no salir mucho de casa...- Thoma asintió, creyendo nuevamente en las mentiras de Ayato y abrazando a su pareja rodeando su cuello con los brazos.

- Gracias por cuidar tan bien de mí... En serio. Te amo tanto...- Susurró contra su oreja y el corazón de Ayato pareció dar un vuelco. Oír aquellas dulces palabras simplemente lo colmaba de felicidad, reafirmaba su pensamiento de que él tenía razón, debía deshacerse de todos para la felicidad de Thoma. Debía protegerlo costara lo que costara.

- No es nada, de verdad... Es lo mínimo que puedo hacer por ti.- Y era cierto, Ayato se había obsesionado tanto con su amor por el rubio que sería capaz de intentar enfrentar a la todopoderosa Raiden Shogun para protegerlo, incluso si eso significaba su propia muerte.

- No digas que no es nada, de verdad. Agradezco mucho que siempre hayas buscado protegerme, cuidarme y mimarme... De verdad no sabes cuánto te lo agradezco... Desde que me confesaste tus sentimientos en tu oficina, yo... No pude creer que aquello era cierto. Durante muchos meses dudé que fueran sentimientos honestos incluso si sabía que no mentirías en esa situación. Todo este tiempo contigo se sintió tan irreal... Tan idílico... Antes de ser pareja yo, genuinamente, pensaba que jamás podría ser merecedor de alguien tan maravilloso como tú. Un simple muchacho extranjero que llegó a Inazuma de mera casualidad, alguien que juró lealtad a esta familia... De verdad...- Las lágrimas comenzaron a invadir los ojos de Thoma, conmoviendo a Ayato al ver a su amado tan entregado a decirle todo lo que sentía. Ayato estaba por llorar también.- Muchas gracias por amarme, de verdad... Cada día a tu lado es como poder tocar el cielo...- Thoma hundió su rostro en el cuello de Ayato, comenzando a sollozar ahí.