Hatake kakashi es un Omega policía de 27 años muy deseado por algún que otro alfa, pero solo un alfa le demostraría lo malo que es el deseo y la gran diferencia que tienen el deseo y el amor.
ship:
obikaka
Ships secundarios:
•Itadei
•Zetsaso
Los pe...
-Kakashi...- se acercó poco a poco, soltando feromonas tranquilizante
El Omega al sentir aquella voz miro a su alrededor, demostrando miedo, completamente indefenso.
-Tranquilo Kakashi... Soy yo, Óbito.
-¡No te acerques! ¡Largo!- Se paró tambaleando y retrocedio.
-Tranquilo, soy Óbito, no te hare daño.
Óbito
Óbito
Óbito
¿Óbito?
-¿Kakashi? Pequeño...
Los ojos del albino se abrieron con miedo.
¿Pequeño?
*Flashback*
Luego de varios minutos de embestidas en su boca, el castaño decidió salir dejando que el hatake tomara aire.
Le dio un beso en los labios, cuales estaban sucios de semen.
-Por ahora te dejo mí PEQUEÑO, cuando vuelva seguimos.- Se dirijo a el baño para tomar una ducha fría escuchando los insultos de el peliplata, que no podía hacer más que maldecirlo.
*Fin del flashback*
Sus piernas temblaron, con pocas fuerzas se hecho a correr bajo la intensa lluvia, sobre el suelo resbaladizo de barro, cubierto con alguna que otra raíz que sobré salía.
-¡Kakashi!- Corrió detrás de el Omega.-¡Kakashi, por favor ven aquí!- Sus pasos coordinaban, el albino escapaba con muy poca delantera.
-¡No te acerques!- Fue tomado del brazo.-¡Sueltame hijo de puta!
El alfa poso su mano en la cara contraria e hizo que lo mirara a los ojos.
-Kakashi, escúchame.- Soltaba feromonas.- Se que estas asustado y es entendible, pero debe venir conmigo. No te hare daño, soy yo: Óbito.
-¿Óbito?-murmuro.¡Óbito!- se apegó al cuerpo ajeno dando un fuerte abrazo.-No me dejes... No vuelvas a dejar que me lastimen.
-Nadie te volverá a hacer daño, lo prometo.-Dio una cálida sonrisa.-Vamos a mí casa, es tarde y el clima está feo.
Bajo la lluvia y la luz de la luna se encaminaron a la casa, abrazados.
¿Que debo hacer? ¿Lo llevo con ellos?.. No, ya es tarde. Quiero que se tranquilice. -Penso.
Luego de un par de minutos ambos se encontraban en aquella casa blanca de dos pisos.
-descansa.- Señalo un sillón y el omega obedeció.-Te prepara la ducha.
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